¿Es grave el cáncer de recto?
En la fase inicial del cáncer de recto pueden aparecer síntomas como sangre en las heces, heces negras, mocos y pus, o cambios en los hábitos y regularidad de la defecación, o dolor de estómago y cólicos inexplicables. Estos síntomas son bastante obvios y el cáncer de recto se puede encontrar fácilmente durante el examen. Por lo tanto, el cáncer de recto suele encontrarse en una etapa controlable cuando se descubre y, con el tiempo, el riesgo para los pacientes de cáncer colorrectal se reducirá. Echemos un vistazo a los peligros del cáncer de recto.
1. Si el paciente tiene cáncer de recto, el paciente puede tener síntomas de una masa en el abdomen. La masa es dura y además es perjudicial para nosotros. Las principales manifestaciones son tumores o tumores infiltrados y adheridos al epiplón y tejidos circundantes y son duros y de forma irregular. Algunos pacientes con cáncer de recto pueden tener cierto grado de movimiento con los intestinos cuando tienen tumores, pero en las últimas etapas, los tumores del cáncer de recto generalmente se han infiltrado y, a menudo, se han reparado.
2. La sangre en las heces es una de las principales manifestaciones clínicas de la enfermedad, y la cantidad de sangre en las heces también es un indicador de la gravedad de la enfermedad. Una gran cantidad de sangre en las heces aquí se refiere a una gran cantidad de sangrado intestinal en un corto período de tiempo, acompañado de aumento del pulso, disminución de la presión arterial y reducción de la hemoglobina, lo que requiere tratamiento con transfusión de sangre.
3. La metástasis es uno de los peligros graves del cáncer de recto. La metástasis a distancia del cáncer de recto significa que la enfermedad es peligrosa y difícil de tratar. La invasión de los tejidos y órganos circundantes tiene sus propias manifestaciones, como los tejidos adyacentes como la vejiga y la próstata, provocando micción frecuente, urgencia y dificultad para orinar. Viola el plexo presacro, provocando dolor en el sacrocóccix y cintura. El cáncer de recto también puede metastatizar en el hígado, provocando hepatomegalia, ascitis, ictericia e incluso caquexia.