¿Puede la cetosis curar el cáncer y comer avena?
La base para que los pacientes con cáncer controlen la energía de origen alimentario es reducir la ingesta de glucosa e inducir un estado de cetosis. En condiciones de limitación de energía o ejercicio extenuante, el metabolismo de los ácidos grasos produce cetonas, que se convierten en acetil-CoA y entran en el ciclo de los ácidos tricarboxílicos y en la cadena de transporte de electrones.
Las células normales pueden utilizar cetonas, pero las células tumorales no pueden utilizar cetonas debido a una disfunción de la fosforilación oxidativa. Por lo tanto, controlar la energía derivada de los alimentos coloca a los tumores en un dilema: (1) se reduce la glucólisis y (2) el tejido tumoral hambriento no puede reemplazar la glucosa con cuerpos cetónicos;
Sin embargo, en el proceso actual de tratamiento del cáncer, no se puede ignorar la autofagia de las células cancerosas.
La llamada autofagia significa que cuando las células responden a una presión de supervivencia a corto plazo, proporcionan nutrientes y energía degradando sus propios componentes no esenciales para mantener la vida. Por lo tanto, la autofagia también puede degradar proteínas potencialmente tóxicas para prevenir el daño celular o prevenir el proceso apoptótico. Sin embargo, la autofagia no siempre es una reacción benigna; es más bien una apuesta desesperada.
Por tanto, controlar la ingesta de glucosa tiene un efecto positivo en la curación. Al menos, inhibe la continua propagación de los tumores.