¿Se fortalecerán los lazos familiares después de la epidemia?
Su amor es desenfrenado pero gentil y comedido. Cada etapa de nuestras vidas es inseparable del amor de nuestros padres.
Aunque a veces tengamos disputas con nuestros padres, siempre es su cuidado y amor. Cuando éramos jóvenes, por muy ocupados que estuvieran nuestros padres, siempre se tomaban el tiempo para acompañarnos a través del viento y la lluvia, nos cargaban en sus espaldas y pisaban la lluvia enterrada en sus rodillas. En ese momento lo que sentimos fue el calor en las espaldas de nuestros padres. Cuando llegamos a casa, tomamos sopa caliente y deliciosa comida casera.
Cuando crecemos lo único que nos queda es la espalda caminando hacia adelante, mientras nuestros padres nos miran correr. La larga sombra al anochecer parece solitaria y delgada, atravesando el círculo social de personas que van y vienen. La pila de elementos de trabajo sobre la mesa parece indicar que esta es una noche interminable.
Mis padres se sentaron en el alféizar de la ventana, mirando el camino a casa. Cada comida parecía sencilla. Mi madre tiene madre, mi madre es muy joven.
En los últimos años, cada vez que mi madre me hablaba de su infancia y juventud, sus ojos y expresión revelaban una alegría y alegría indescriptibles, y estaba llena de energía. Una vez tuvo una niña de nuestra edad que tenía un corazón de niña.
El mundo exterior siempre puede dar cabida a nuestra novedad y ambición. Aprendemos cosas que ellos no saben, vemos el mundo que no conocen, hacemos trabajos que no conocen y contamos chistes en línea que no pueden entender. Sólo cuando hayas sido agraviado, hayas encontrado agravios y ya no puedas aguantar más, extrañarás a tus padres.
El hogar es un lugar que conocemos. Nos damos cuenta de que solo recordamos cuánto lo extrañamos, pero ignoramos cómo es la vida cuando nuestros padres no están en casa.
Resulta que cuando no estábamos en casa, sus vidas siempre habían sido un ciclo monótono centrado en mí. Subconscientemente se preocuparán y se preocuparán por mí y querrán saber qué he estado haciendo.
Seguimos caminando, pero se detuvieron donde estaban. Lo único que pudieron hacer fue esperar a que volviéramos.
¿Cómo es posible que ese amor y afecto familiar se alienen?