¿Cómo pueden los pacientes con gota hacer ejercicio y mantener la salud en otoño?
Pero los pacientes con gota son especiales y necesitan ponerse o quitarse ropa en cualquier momento según los cambios climáticos. Esto se debe a que el nivel alto de ácido úrico prolongado o intermitente aumenta la presión osmótica sanguínea, inhibe la fagocitosis de los glóbulos blancos y reduce la resistencia del cuerpo. Especialmente cuando se producen complicaciones en pacientes con gota, el metabolismo del cuerpo se altera gravemente y se pierden múltiples funciones de defensa. Se suprimen las respuestas a los microorganismos invasores, incluida la neutralización de toxinas químicas, la fagocitosis, los efectos bactericidas intracelulares, las opsoninas séricas y la inmunidad celular, lo que los hace propensos a infecciones e infecciones graves. Los pacientes con gota a menudo tienen neuropatías y vasculares, lo que provoca trastornos de la microcirculación, suministro sanguíneo local deficiente y concentración reducida de oxígeno en los tejidos, lo que afecta la respuesta de los tejidos locales a la infección, favorece el crecimiento de bacterias anaeróbicas y puede causar fácilmente necrosis tisular y gangrena. El frío puede provocar vasoespasmo y ralentizar el flujo sanguíneo, lo que puede inducir fácilmente enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares. Los resfriados también pueden aumentar el ácido úrico en sangre y agravar la gota. Por tanto, los pacientes con gota no son propensos al frío en otoño.
Además, el clima es seco en otoño, así que presta atención a la hidratación. La función de la piel de las personas mayores disminuye, la secreción de las glándulas sebáceas disminuye y el nivel alto de ácido úrico en sangre hace que la piel se deshidrate durante mucho tiempo y sea propensa a la picazón.