Vómitos nerviosos durante cuatro años
Resumen
Los vómitos nerviosos también se denominan vómitos psicógenos. Se manifiesta como vómitos repetidos, que no se basan en enfermedades orgánicas y suelen estar relacionados con factores psicosociales.
Diagnóstico
1. Síntomas y características:
La mayoría de ellos se deben a un ambiente desagradable o estrés psicológico. Los episodios de vómitos involuntarios recurrentes generalmente ocurren después de comer, con vómitos repentinos en proyectil, sin náuseas evidentes ni otras molestias, y sin impacto en el apetito. Después de comer después de vomitar, no hay pérdida de peso, ni trastorno endocrino y, a menudo, una personalidad histérica.
2. Diagnóstico diferencial:
Se deben descartar enfermedades nerviosas y físicas que provoquen vómitos. No hubo otros síntomas de histeria.
Medidas de tratamiento
Primero, tratamiento farmacológico:
Los fármacos antiespasmódicos y antieméticos generales no son eficaces. Los medicamentos Valium pueden ayudar a aliviar la ansiedad y la sulpirida puede ser eficaz para algunos pacientes.
En segundo lugar, la terapia conductual puede lograr los resultados deseados.
En tercer lugar, la psicoterapia debe explicar la naturaleza, patogénesis y pronóstico de la enfermedad a los pacientes, eliminar tensiones y cooperar activamente con los médicos para lograr resultados satisfactorios.
Vómitos nerviosos
Los vómitos nerviosos, también conocidos como vómitos psicógenos, pueden considerarse como una reacción física a factores mentales. Los niños con esta enfermedad tienen defectos de personalidad evidentes. Muchos niños tienen una personalidad histérica: son egocéntricos, sugestivos, a menudo afectados por factores psicológicos adversos y son más comunes en las niñas.
Las manifestaciones clínicas incluyen vómitos repetidos después de las comidas y, en casos graves, pueden parecerse a una eyaculación. Generalmente no hay náuseas, el vómito se produce sin esfuerzo y la cantidad de vómito varía. La característica es que no afecta el apetito ni el peso, aún puede realizar actividades habituales y no provoca vómitos. La exploración física y exámenes auxiliares no revelaron ninguna enfermedad orgánica. Se puede ver a cualquier edad, incluso en bebés.
Causas comunes de los vómitos neuróticos
1. Confusión emocional provocada por diversos factores, como separación repentina de los padres, estimulación fuerte, muerte de familiares, etc.
2. Reacción a pensamientos y experiencias desagradables o repugnantes, como un accidente automovilístico en la escuela que mató a una niña, y luego vomitar después de ver comida parecida al tofu.
3. Presión mental excesiva, como diversos exámenes, especialmente en algunas chicas, que están especialmente nerviosas y suelen tener antecedentes de ataques previos.
4. Como medio de oposición a los padres. Cuando los niños están sobreestimulados o los padres los obligan a hacer algo que no quieren hacer, algunos niños pueden vomitar en señal de protesta.
5. Como medio de presión sobre la familia. Algunos padres adoran y miman a sus hijos, y estos niños a veces presionan a sus padres vomitando. Por ejemplo, los niños que tienen miedo de ir a la escuela o al jardín de infantes suelen vomitar por la mañana, pero no los fines de semana o días festivos. Otro ejemplo es que si la madre obliga al niño a comer o come en exceso, el niño puede vomitar para resistirse;
El tratamiento de los vómitos neuróticos
depende principalmente de descubrir y solucionar factores psicológicos adversos, y los fármacos tienen poco efecto sobre el tratamiento sintomático.
Los niños deben organizar su vida de manera razonable, incluyendo una dieta, intensificar el ejercicio físico y aumentar el tiempo de sueño fisiológico. Las personas que lo rodean no deben prestar demasiada atención a los síntomas de vómitos del niño y deben evitar mostrar tensión y preocupación frente al niño para mejorar la confianza del niño en el tratamiento.
Los niños severos pueden vomitar repetidamente, provocando desnutrición, debilidad e incluso trastornos hídricos y dieléctricos. Por tanto, debemos prestar atención al estado nutricional general de los niños con vómitos neuróticos y mantener el equilibrio hídrico y electrolíticos. Además, pequeñas dosis de clorpromazina pueden lograr el efecto de sedar los vómitos en reposo.
El vómito nervioso, también conocido como vómito psicógeno, es un tipo de vómito recurrente sin enfermedad orgánica, que es más común en mujeres. Los vómitos suelen ocurrir repentinamente después de las comidas, generalmente sin náuseas evidentes. El vómito se produce sin esfuerzo, la cantidad de vómito no es grande y no afecta el apetito ni la ingesta de alimentos. A menudo se comen después de vomitar, por lo que la mayoría de ellos no presentan trastornos nutricionales evidentes. Los vómitos nerviosos se acompañan de exageración, afectación, sugestionabilidad, aparición repentina y intervalos completamente normales. Además, algunos pacientes están expuestos a estímulos desagradables, como determinados alimentos, fármacos e incluso determinados paisajes, que también pueden provocar vómitos.
El tratamiento de los vómitos neuróticos incluye principalmente: prestar atención a corregir los malos hábitos alimentarios de los pacientes, guiarlos para que establezcan un buen orden y entorno de vida y reducir los factores irritantes para llevar a cabo el tratamiento psicológico necesario, alentando a los pacientes; para aliviar sus preocupaciones y fortalecer su confianza en la superación de la enfermedad, estableciendo una buena relación médico-paciente y brindando tratamiento sugerente si es necesario, a algunos pacientes se les pueden administrar sedantes o antidepresivos, y a aquellos con retraso en el vaciamiento gástrico se les pueden administrar medicamentos como; metoclopramida, medin o ciproheptadina, fenitoína, etc. A los pacientes con vómitos frecuentes se les pueden administrar fármacos anticolinérgicos como atropina y escopolamina. También puedes optar por recetas de la medicina tradicional china como la decocción de Pinellia plus Poria, así como acupuntura, fisioterapia y otros métodos de tratamiento combinado.