¿Por qué las comisuras de mis ojos siempre están secas y ocasionalmente me pican?
La razón directa es que cuando las personas se concentran en el trabajo y el estudio, el número de parpadeos disminuye, lo que afecta la función de la película lagrimal, provocando que la córnea y la conjuntiva pierdan su humedad y suavidad originales, resultando en ojos secos. Según las estadísticas de los oftalmólogos, una persona promedio parpadea 15 veces por minuto: cuando lee, el número de parpadeos disminuye, solo 10 veces los operadores de computadora están más concentrados que leyendo, parpadeando solo 4-5 veces por minuto; Los que son Cuando juegas en una consola de juegos, solo parpadeas 2 o 3 veces por minuto. Las lágrimas normalmente secretadas forman una película lagrimal delante de la córnea y la conjuntiva con cada parpadeo, humedeciendo la córnea y la conjuntiva y proporcionando nutrientes para prevenir el daño celular. Si el número de parpadeos se reduce en un 75%, la secreción de lágrimas se reducirá considerablemente y no se formará una película lagrimal completa, o la película lagrimal se romperá prematuramente, existirán puntos secos durante mucho tiempo y la córnea se dañará. Además, el síndrome del ojo seco también está estrechamente relacionado con factores como el uso de lentes de contacto, el aire seco, la contaminación por polvo y el uso de sedantes. ¿Cómo tratarlo? Una vez que se descubren los síntomas del ojo seco, se deben tomar medicamentos de inmediato. Las gotas para los ojos tópicas y la medicina china oral pueden aliviar eficazmente los síntomas del ojo seco. Lo más importante es prestar atención a la higiene ocular. Los ojos secos pueden ser causados por el síndrome del ojo seco. El síndrome del ojo seco, también conocido como queratoconjuntivitis seca, se refiere a una serie de síntomas oculares causados por cambios patológicos en la película lagrimal del ojo, que impide que la córnea y la conjuntiva se humedezcan adecuadamente. Los principales síntomas incluyen hormigueo, sequedad, sensación de cuerpo extraño en los ojos, picazón en los ojos, enrojecimiento, fotofobia y lagrimeo. Si estos síntomas no se tratan a tiempo pueden provocar graves consecuencias como opacidad corneal, úlceras, pérdida de visión e incluso ceguera.