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¿Por qué el tamaño de la pupila del ojo permanece sin cambios?

La pupila no sólo responde a la luz y la oscuridad y ajusta la luz que entra al ojo, sino que también afecta la profundidad focal y la aberración esférica del sistema óptico del globo ocular. Los alumnos pueden variar ampliamente. Cuando está extremadamente contraído, el diámetro de la pupila del ojo humano puede ser inferior a 1 mm, y cuando está extremadamente dilatado, puede ser superior a 9 mm. El esfínter del iris puede contraerse hasta el 87% de su longitud, lo que es casi imposible para otros lisos. músculos o músculos estriados del cuerpo humano. La propia pupila ajusta su tamaño según la intensidad de la luz externa. Cuando la luz es intensa, la pupila se hará más pequeña, y cuando la luz es débil, la pupila se hará más grande. Esta es la autoprotección para los ojos.

Los médicos también consideran a los alumnos como indicadores sensibles de funciones vitales. Todos sabemos que cuando la luz es fuerte, la pupila se contraerá automáticamente, y cuando la luz es oscura, la pupila se dilatará; esto se llama respuesta de la pupila a la luz. Si las pupilas dejan de responder a la luz o desaparecen, la muerte es inminente. En pacientes en coma, a medida que aumenta el grado de pérdida del conocimiento, las pupilas se expandirán gradualmente, lo que es un signo del final de la vida.

Se debe prestar atención clínica al examen de la pupila, que tiene una importancia clínica importante en oftalmología, medicina interna, neurología y cirugía cerebral. Los médicos pueden juzgar la ubicación y la naturaleza de la enfermedad según el tamaño de la pupila y la respuesta a la luz, lo que resulta muy útil en el diagnóstico y pronóstico de la enfermedad.

En circunstancias normales, el tamaño de la pupila cambia constantemente de forma dinámica.

Entonces, ¿por qué cambia el tamaño de la pupila? Resulta que hay dos pequeños músculos en el tejido del iris. Uno es el esfínter pupilar, que está dispuesto en un anillo alrededor de la pupila en el iris. Cuando se contrae, provoca que la pupila se contraiga. El otro son los músculos dilatadores pupilares dispuestos radialmente en el iris, que dilatan la pupila cuando se contraen. Estos dos músculos están controlados por dos tipos de nervios. En circunstancias normales, se coordinan y restringen entre sí. Uno es relajarse y la pupila se dilata o contrae en diversos entornos para ajustar la cantidad de luz que ingresa al ojo.

La atropina y la houmatopina, que se utilizan habitualmente en nuestra vida diaria, son una de las causas de la midriasis. Paralizan los músculos ciliares y dilatan las pupilas. Estos dos cambios fisiológicos contribuyen a la determinación de anomalías refractivas. Debido a la parálisis del nervio parasimpático que controla el músculo ciliar, la función de ajuste desaparece, por lo que se puede detectar con precisión la refracción anormal; la dilatación de la pupila también hace que la optometría sea más conveniente, proporcionando condiciones favorables para medir la refracción macular y cooperar con la oftalmoscopia.

Así que la dilatación de la pupila sólo es buena para los ojos, no mala. Vale la pena señalar que los pacientes con glaucoma deben usar medicamentos midriáticos con precaución. Aunque la midriasis no tiene ningún efecto en el cuerpo humano, debe realizarse bajo la supervisión de un médico.