¿Qué deben comer los pacientes con cáncer?
El consumo excesivo de alcohol a largo plazo puede aumentar directamente la aparición de cáncer de hígado y también está relacionado con otros cánceres del tracto digestivo como el cáncer oral, el cáncer de esófago, el cáncer gástrico, etc. , y es más probable que el alcohol provoque metástasis de células tumorales, lo que es perjudicial para la prevención y el tratamiento del cáncer. Por tanto, beber alcohol con moderación también puede desempeñar un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares. Beber en exceso es malo para la salud.
2. Malos hábitos alimentarios
La encuesta encontró que saltarse tres comidas a tiempo, comer en exceso, enojarse al comer, comer demasiado caliente y otros alimentos irritantes aumentarán el riesgo de cáncer gástrico. y Riesgo de cáncer de esófago. Los buenos hábitos alimentarios son la base para prevenir y tratar los tumores del tracto digestivo.
3. Aflatoxina
Es el contaminante natural más tóxico y cancerígeno encontrado hasta ahora. Se produce principalmente cuando los alimentos de semillas se enmohecen y se echan a perder, y contamina fácilmente los cacahuetes, el maíz, Arroz, soja, trigo, etc. Debido a que la aflatoxina es amarga, si se siente amargo al comer maní, nueces y otras semillas, escúpelas y enjuágate la boca inmediatamente.
4. Los carcinógenos dietéticos comunes incluyen aminas heterocíclicas, hidrocarburos aromáticos policíclicos, nitrosaminas y otros compuestos, así como pesticidas. En términos generales, significa comer menos carne a la parrilla, especialmente carne asada, y menos productos ahumados y encurtidos, como tocino, salchichas, encurtidos, verduras durante la noche, etc. Las verduras y frutas deben lavarse cuidadosamente para eliminar los pesticidas residuales, dejarse en remojo durante más de 30 minutos y pelarse si es necesario. 5. Alimentos ricos en ácidos grasos saturados
La ingesta excesiva de ácidos grasos saturados aumentará el riesgo de cáncer de mama y cáncer colorrectal, y la obesidad también aumentará el riesgo de cáncer. Por ejemplo, las carnes rojas que se consumen habitualmente son la carne de cerdo, ternera, cordero, etc. La ciencia recomienda limitar la carne roja a 500 g, o 1 kg, por semana. Otros deberían comer más carnes blancas, como pollo y pescado, lo que puede reducir eficazmente la aparición de cáncer. Las personas que comen carne de cerdo con frecuencia deben intentar comer más carne magra y menos grasa, y también deben controlar los alimentos fritos con alto contenido de aceite.