¿Cuál es el mejor momento para dormir?
Los estudios han descubierto que la mayoría de los adultos necesitan dormir entre 7 y 9 horas por noche, pero este no es un número fijo. Es posible que algunas personas solo necesiten 6 horas de sueño para mantenerse despiertas y con energía, mientras que otras pueden necesitar 10 horas de sueño para sentirse completamente descansadas. La edad, los hábitos de vida, el estado de salud, los genes y otros factores afectarán las necesidades de sueño.
La clave está en encontrar un horario de sueño que se adapte a tus necesidades personales. Si se despierta con energía por la mañana y se mantiene despierto y concentrado durante el día, es posible que haya encontrado un horario de sueño que funcione para usted. Si con frecuencia se siente cansado, irritable o tiene problemas para concentrarse, es posible que deba ajustar su horario de sueño.
En general, la teoría del sueño de 8 horas no se aplica a todas las personas. Lo más importante es comprender las necesidades de su cuerpo, mantener una buena higiene del sueño y discutir sus inquietudes sobre el sueño con su médico o especialista del sueño cuando sea necesario.
Aunque dormir 8 horas suficientes al día se considera un sueño saludable, es posible que aún te sientas cansado al despertar. Esto puede estar relacionado con los siguientes factores:
Calidad del sueño: La calidad del sueño no sólo está relacionada con el tiempo de sueño, sino también con la continuidad y profundidad del mismo. Incluso después de ocho horas de sueño, si se despierta con frecuencia o duerme muy profundamente, puede provocar fatiga.
Ciclo del sueño: El ciclo del sueño humano es de unos 90 minutos. Cuando te despiertas al final de un ciclo de sueño completo, normalmente te sientes renovado. Si se despierta en medio de su ciclo de sueño, es posible que se sienta cansado. Aunque duermes 8 horas al día, si te despiertas en medio de un ciclo de sueño, puede provocar fatiga.
Entorno para dormir: un entorno para dormir ruidoso, luminoso o sobrecalentado puede reducir la calidad del sueño y hacer que te sientas cansado al despertar.
Hábitos de estilo de vida: La dieta, el ejercicio, el estilo de vida y otros factores pueden afectar la calidad del sueño. Ingesta excesiva de cafeína, consumo excesivo de alcohol, dieta demasiado grasosa, ejercicio nocturno, etc. Puede provocar una mala calidad del sueño y hacer que las personas se sientan cansadas al despertar.
Estrés y emociones: La tensión crónica, la ansiedad y el estrés pueden provocar una mala calidad del sueño. Incluso si duerme ocho horas al día, el estrés y los problemas emocionales pueden hacer que se sienta cansado al despertar.
Trastornos del sueño: Algunos trastornos del sueño (como insomnio, apnea del sueño, movimientos periódicos de las piernas, etc.) pueden reducir la calidad del sueño y hacer que las personas se sientan cansadas al despertar. Si sospechas que tienes un trastorno del sueño, debes buscar ayuda profesional.
Un sueño saludable incluye no sólo un tiempo de sueño adecuado, sino también la calidad y regularidad del sueño. A continuación se ofrecen algunos consejos para ayudar a mantener un sueño saludable:
Hora de dormir: duerma lo suficiente según sus necesidades individuales. Los adultos suelen necesitar entre 7 y 9 horas de sueño por noche.
Calidad del sueño: Mantener un sueño profundo durante mucho tiempo después de conciliar el sueño ayuda a que el cuerpo y el cerebro se recuperen. Evite despertarse con frecuencia y garantice la calidad general del sueño.
Patrón de sueño: Intenta acostarte y despertarte a una hora fija. Esto ayuda a regular su reloj biológico para que pueda conciliar el sueño fácilmente cuando necesite descansar un poco y sentirse con energía por la mañana.
Ambiente para dormir: Cree un ambiente para dormir cómodo, tranquilo, oscuro y moderado. Evite el uso de dispositivos electrónicos en la cama para reducir la exposición a la luz azul y ayudarle a dormir mejor.
Hábitos a la hora de dormir: Desarrolla buenos hábitos a la hora de dormir, como ejercicio ligero, lectura o meditación, para ayudar al cuerpo y al cerebro a relajarse y prepararse para dormir.
Dieta y estilo de vida: Evite alimentos grasosos, picantes o con cafeína antes de acostarse. El ejercicio moderado puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, pero evite el ejercicio extenuante 1 o 2 horas antes de acostarse.
Gestionar el estrés y las emociones: Gestione el estrés y las emociones ajustando su estilo de vida, practicando meditación y recibiendo asesoramiento psicológico. Controlar las emociones y el estrés puede ayudar a mejorar la calidad del sueño.
Finalmente, si tienes problemas o trastornos del sueño de larga duración (como insomnio, ronquidos o apnea del sueño, etc.), por favor busca ayuda y consejo de un médico profesional.