Red de conocimientos sobre prescripción popular - Conocimiento del confinamiento - La relación entre la piel y los órganos internos - órganos internos,

La relación entre la piel y los órganos internos - órganos internos,

Piel ligeramente amarilla: es necesario revisar el hígado y la vesícula biliar de inmediato. Puede tratarse de colestasis o inflamación.

La piel es de color blanco lechoso: puede ser anemia causada por deficiencia de hierro, o puede ser un trastorno del sistema respiratorio, indicando problemas con los pulmones y los bronquios.

Piel pálida, ligeramente azulada: Significa que hay un problema cardíaco, por lo que es necesario realizar inmediatamente un electrocardiograma y una prueba de esfuerzo.

Piel tersa de color mármol: indica vasos sanguíneos frágiles y falta de vitaminas C y E.

Piel apagada y movimientos lentos: Esto indica enfermedades crónicas del sistema tísico, como diabetes, trastornos endocrinos, etc.

Piel brillante: Esto indica una función nerviosa anormal.

Piel grasa: Indica glándulas sebáceas hiperactivas o trastorno del metabolismo de los lípidos. Lo mejor es revisar el sistema digestivo.

Aparecen manchas rojas periódicamente en cara y cuello: Es probable que haya algún problema con la digestión gastrointestinal, o secreción excesiva de hormonas masculinas. Parches cerosos en la piel seca; que indican inmunidad generalmente baja y deficiencia de vitaminas, especialmente de vitamina A y del complejo de vitamina B.

Piel de gallina: un síntoma adverso de alergias a fármacos, detergentes y cosméticos.

Piel pálida, hinchada e hinchada: Esto indica que hay algún problema con el sistema de secreción como los riñones.

Piel pálida y caqui: Síntomas de insuficiencia renal.

Color de piel inestable y piel abultada: demasiadas toxinas en el cuerpo.