Cómo cuidar el cáncer de recto después de una cirugía de colostomía
1. Cuidado y limpieza de la piel tras la cirugía de fístula por cáncer de recto.
Los familiares deben observar el estado del paciente, lo cual es una parte importante del cuidado postoperatorio de los pacientes con cáncer de recto. Por ejemplo, observe si la herida sangra después de la cirugía y mantenga el vendaje limpio y seco. También es necesario ayudar a los pacientes a cuidar sus fístulas. La colostomía se abre 2-3 días después de la cirugía. Primero enjuague la piel alrededor de la fístula con un algodón salino y aplique un ungüento de óxido de zinc para evitar que las heces descargadas se infiltren en la piel y causen dermatitis.
Cuando las heces se forman con regularidad, sólo se puede enjuagar la piel con agua para mantenerla seca. Además de las duchas vaginales, una vez al día, utiliza los dedos para dilatar el ano. 2. Método de reemplazo de bolsa después de la colostomía por cáncer de recto
Debido a que el ano artificial no tiene una función de contracción anal normal y la defecación inicial no es sensible e incontrolable, se utilizan bolsas anales artificiales. Al cambiar la bolsa, abandone su asiento, y las heces acumuladas en la bolsa deben desecharse y limpiarse a tiempo para evitar infecciones y reducir el olor. Al sacar la bolsa anal, levántela suavemente del anillo superior para evitar daños en la piel; .
En tercer lugar, observar la recuperación de la función intestinal
Después de la cirugía de colostomía por cáncer de recto, los familiares deben observar la recuperación de la función intestinal, cuando la distensión abdominal desaparece y la naturaleza de la colostomía. líquido de drenaje. Comer de forma regular y cuantitativa ayuda a controlar la regularidad de la actividad intestinal. Poco a poco debemos desarrollar el hábito de defecar con regularidad. Una vez formada la defecación, desarrolle el hábito de defecar con regularidad. El paciente puede cubrir el estoma con un algodón y fijarlo con una venda después de defecar todos los días.
Si llevas unos días sin defecar, puedes tomar laxantes o acudir al hospital para que te hagan un enema anal artificial. Para prevenir la diarrea, preste atención a la higiene dietética y coma menos alimentos a base de fibra o alimentos fríos y grasosos.
Tras un breve período de descanso tras la cirugía, los pacientes también pueden realizar un ejercicio físico adecuado. Los pacientes postrados en cama en la última etapa deben darse la vuelta con regularidad y colocarse cojines de aire en los talones. Además del ejercicio, también debes prestar atención a tu dieta.
Al mismo tiempo, se trata principalmente de alimentos semilíquidos blandos y fáciles de digerir, como gachas de mijo, sopa de raíz de loto, sopa de arroz, gachas, natillas de huevo, tofu, polenta, etc. Estos alimentos pueden reducir la irritación intestinal, atravesar la cavidad intestinal sin problemas y prevenir la obstrucción intestinal.
Prestar atención a comer más verduras ricas en fibra dietética, como apio, puerros, rábanos, coles, etc. Las verduras ricas en fibra dietética pueden estimular la peristalsis intestinal, aumentar la frecuencia de las defecaciones y eliminar carcinógenos y sustancias tóxicas de las heces.