¿Las piedras pueden comer granadas?
Los cálculos renales son una enfermedad renal que afecta a muchas personas de mediana edad y ancianos, porque la aparición de cálculos renales está estrechamente relacionada con malos hábitos alimentarios. Por ello, los pacientes con cálculos renales deben prestar especial atención a su dieta diaria, intentar mantener su dieta lo más ligera posible y evitar alimentos ricos en calcio y exceso de ácido oxálico. Para evitar que la afección empeore, puede comer más alimentos con efectos terapéuticos. La granada es una fruta popular con muchos efectos para el cuidado de la salud. Entonces, ¿pueden comer granadas las personas con cálculos renales?
Muchos pacientes con cálculos renales tienen dudas sobre si pueden comer granada, principalmente porque no conocen las propiedades de la granada. De hecho, la granada es rica en nutrientes, especialmente vitamina C, que es más alta que muchas frutas. Otros nutrientes incluyen vitaminas B, proteínas, ácidos orgánicos, azúcar, grasas, calcio, fósforo, potasio y otros minerales beneficiosos para el cuerpo humano. Estos nutrientes no causan ningún problema grave a los pacientes con cálculos renales. Por el contrario, comer granada con regularidad también puede desempeñar un papel antibacteriano y antibacteriano, embellecer la piel y prevenir enfermedades cardiovasculares. En particular, algunos pacientes con cálculos renales son propensos a sufrir infecciones del tracto urinario. Comer algunas granadas de forma adecuada puede desempeñar un papel preventivo.
En segundo lugar, la medicina china cree que las propiedades y sabores de las dieciséis hierbas son dulces, agrias y cálidas, y pueden matar y expulsar insectos, astringir y detener hemorragias, astringir los intestinos y detener la disentería. También existen algunos remedios caseros que utilizan granada para tratar los cálculos. El método específico consiste en limpiar las granadas frescas y maduras, pelarlas, ponerlas en un recipiente, llenarlas de agua y empezar a cocinar. Cuando el agua hierva, reduzca el fuego a fuego lento y detenga el fuego cuando el agua se ponga roja o amarilla. Cuela el jugo hasta que esté tibio y podrás beberlo. El agua de granada hervida no tiene sabor y puedes beberla con confianza. En segundo lugar, la granada hervida se puede hervir repetidamente con agua hasta que pierda color y se pueda desechar.