Aproximadamente el 90% de los pacientes con cáncer de vejiga tienen hematuria como primera manifestación clínica, que suele ser una hematuria macroscópica indolora, intermitente y, a veces, hematuria visible al microscopio. La hematuria puede ocurrir sólo una vez o durar de 1 a varios días, y puede resolverse o detenerse por sí sola. A veces, la coincidencia de que la hematuria se produzca después de que un paciente toma medicación suele darle al paciente la ilusión de estar "curado". Algunos pacientes pueden volver a tener hematuria después de un cierto intervalo. La coloración de la hematuria varía de rojo claro a marrón oscuro, a menudo rojo oscuro, y algunos pacientes la describen como aguada como un lavado de carne o similar a un té. La cantidad de sangrado y la duración de la hematuria no son necesariamente directamente proporcionales a la malignidad, el tamaño, el alcance y la cantidad de tumores. A veces, cuando se produce hematuria macroscópica, el tumor ya es grande o está avanzado; a veces, un tumor pequeño tiene mucha hematuria. Algunos pacientes detectan tumores en la vejiga mediante ecografía B durante los exámenes de salud. El 10% de los pacientes con cáncer de vejiga pueden tener primero síntomas de irritación de la vejiga, como micción frecuente, urgencia, disuria y dificultad para orinar, pero el paciente no tiene hematuria macroscópica evidente. Esto se debe principalmente a necrosis tumoral, úlceras, una gran o gran cantidad de tumores en la vejiga o una infiltración difusa de la pared de la vejiga por tumores de la vejiga, que reduce la capacidad de la vejiga o se complica con una infección. Los tumores en el trígono y el cuello de la vejiga pueden bloquear la salida de la vejiga y provocar dificultad para orinar.
El carcinoma urotelial de vejiga se puede dividir en carcinoma urotelial no músculo-invasivo y carcinoma urotelial músculo-invasivo. La mayoría de los pacientes con carcinoma urotelial no invasivo de los músculos se someten a resección transuretral del tumor de vejiga con instilación intravesical posoperatoria para prevenir la recurrencia. La mayoría de los pacientes con carcinoma urotelial con invasión muscular, carcinoma de células escamosas de vejiga y adenocarcinoma se someten a una cistectomía total, y algunos pacientes pueden someterse a una cistectomía parcial. Los pacientes con carcinoma urotelial invasivo del miometrio también pueden tratarse primero con quimioterapia neoadyuvante y cirugía. El cáncer de vejiga metastásico se trata principalmente con quimioterapia. Los regímenes de quimioterapia utilizados habitualmente incluyen M-VAP (metotrexato, vinblastina, doxorrubicina y cisplatino), GC (gemcitabina, cisplatino) y MVP (metotrexato, vinblastina y cisplatino). La tasa de eficacia de la quimioterapia es de 40 a 65.