¿Cuáles son los primeros síntomas de la esclerosis tuberosa?
La esclerosis tuberosa, también conocida como encefaloesclerosis tuberosa, es una enfermedad neurocutánea causada generalmente por un desarrollo anormal de los órganos ectodérmicos. Debido a que esta enfermedad a menudo afecta a múltiples órganos y tejidos, y cualquier órgano o tejido del cuerpo puede resultar dañado, los síntomas clínicos de esta enfermedad también son diversos. A continuación, echemos un vistazo a cuáles son los primeros síntomas de la esclerosis tuberosa.
1. Síntomas cutáneos
Las lesiones cutáneas son las más comunes en las primeras etapas de la esclerosis tuberosa, y los síntomas cutáneos también son una base importante para el diagnóstico de esta enfermedad. Aproximadamente el 90% de los pacientes desarrollarán adenomas sebáceos, que se distribuyen principalmente en ambos lados de las mejillas, la frente, los párpados, la nariz, etc., y aparecen como pápulas de color rojo claro o marrón rojizo. Otro 85% de los pacientes desarrollará manchas despigmentadas, que son irregulares y suelen aparecer en el tronco y en las extremidades superiores e inferiores. Otro 20% de los pacientes desarrollará manchas granulares verdes en la piel, generalmente en la piel de la cintura y la espalda baja.
2. Epilepsia
La edad de aparición de la esclerosis tuberosa es relativamente amplia y los síntomas de la epilepsia suelen ser más comunes en pacientes de 2 a 3 años. Este síntoma puede aparecer en la piel. Los síntomas de daño aparecen antes de que aparezcan. Si los síntomas de la epilepsia aparecen en las primeras etapas, el paciente definitivamente tendrá diversos grados de discapacidad intelectual. Y cuanto antes se produzca la epilepsia, más significativo será el grado de discapacidad intelectual.
3. Daño ocular
La esclerosis tuberosa también provocará síntomas de daño ocular en las primeras etapas, el más típico de los cuales es el tumor de cristales retinianos, y algunos pacientes desarrollarán repentinamente insomnio. , acompañado de manifestaciones adversas como hemorragia retiniana, atrofia óptica primaria, cataratas, etc. Un pequeño número de pacientes también puede ir acompañado de tumores viscerales, entre los cuales los tumores renales son los más comunes. Además, también puede haber lesiones óseas.