¿La cápsula Ganzhuang causa riesgo de cáncer? ¿En qué circunstancias se debe eliminar?
Los quistes hepáticos son enfermedades benignas y no tienen posibilidades de volverse cancerosas, por lo que no se volverán cancerosos. Clínicamente, se encuentra que algunos quistes crecen más rápido y son más grandes, y debemos estar alertas de que pueden ser cistadenomas, porque es difícil distinguir entre cistadenoma y quiste hepático en la ecografía B o la TC. La mayoría de los quistes hepáticos son congénitos, es decir, alguna anomalía en el desarrollo congénito conduce a la formación de quistes hepáticos. Hay pocos factores adquiridos. Por ejemplo, en las zonas pastorales, si una persona está infectada con la enfermedad hidatídica, aparecerán quistes parásitos en el hígado. CAMP se ha convertido en un objetivo terapéutico prometedor, y la investigación sobre la eficacia clínica de los análogos de la somatostatina, los inhibidores de mTOR y el AUDC se está convirtiendo en un tema candente, y se ha demostrado en ensayos clínicos que tiene cierto efecto en la reducción del volumen del quiste y el alivio de los síntomas del paciente.
Es de tamaño pequeño y no presenta síntomas evidentes. A menudo se descubre durante una ecografía abdominal o una cirugía abdominal y no requiere tratamiento. En ocasiones se encuentran unas masas indoloras en la parte superior del abdomen, o dolor en la zona del hígado y otros síntomas de calcificación intrahepática y del aparato digestivo, que pueden confundirse fácilmente con cálculos en la vía biliar intrahepática. Este último suele ser múltiple y crece a lo largo del conducto biliar, provocando fácilmente obstrucción biliar y manifestándose como dilatación o inflamación local del conducto biliar, que requiere tratamiento. El quiste hepático es una enfermedad benigna común, en su mayoría congénita. En casos relativamente pequeños que no comprimen la vena porta biliar o el estómago, generalmente no se administra tratamiento.