Vídeo tutorial de ejercicios de hombro
Ejercicios de ejercicio escapular en el ejercicio diario la mayoría de personas no moveremos nuestros omóplatos. Sentarse durante largos períodos de tiempo, encogerse de hombros y encorvarse son a menudo condiciones comunes en nuestras vidas. Mover los omóplatos suaviza los hombros, lo que resulta útil para el entrenamiento deportivo y para mantener la postura en la vida. Echemos un vistazo a los ejercicios de la escápula.
? Primero, ejercicios de relajación de los omóplatos
1. Gira los omóplatos. Doble los brazos, coloque las manos detrás de la cabeza y coloque la parte superior de los brazos contra las orejas. No muevas la parte inferior del cuerpo, mantén esta posición y gira la cintura hacia izquierda y derecha. Repita cinco veces. Puedes hacer esto sentado en una silla. Este movimiento puede eliminar el dolor en los omóplatos y los hombros.
2. Movimiento de balanceo del brazo. Cierre el puño, uno frente al otro, y coloque las manos a los costados. Doble los codos de modo que la parte superior e inferior de los brazos formen un ángulo de 90 grados. Utilice los omóplatos para mover los brazos hacia adelante y hacia atrás. Mantén tu cuerpo quieto.
3. Ejercicios de relajación de los omóplatos y la pelvis. Párese con las piernas separadas a la altura de los hombros y las rodillas ligeramente dobladas, como en la postura de un caballo, pero no presione demasiado. Al inhalar, coloque los brazos a los costados, levante los antebrazos horizontalmente, con las palmas hacia arriba y sienta cómo se contraen los músculos de la escápula. Mientras exhala, saque los brazos hacia afuera con un movimiento de braza mientras arquea la espalda. En este momento, los músculos de la escápula están estirados.
2. Ejercicio de adelgazamiento de la escápula
Dos o más veces al día durante 5-15 minutos cada vez. Ejercita conscientemente los músculos de la escápula, el abdomen y la espalda mientras caminas para moldear tu cuerpo. Muestra las hermosas líneas del cuerpo. Si tienes tiempo, puedes hacer la versión mejorada dos veces por semana, 39 minutos cada vez, y el efecto será mejor.
1. Colóquese correctamente. Mantén los hombros paralelos al suelo, levanta el pecho y contrae el abdomen, ten cuidado de no encorvarte e intenta mover el centro de gravedad de tu cuerpo.
2. Postura de pisada correcta. Al dar un paso adelante, los dedos de los pies y las rodillas deben mirar hacia adelante y los pies no deben parecer extendidos. Mire al frente y contraiga conscientemente los músculos internos del muslo. También preste atención a tensar los músculos del omóplato.
3. La acción correcta del aterrizaje del pie. Cuando la punta del pie toca el suelo, el centro de gravedad debe estar en el talón, de modo que el talón toque el suelo primero y luego el talón del pie delantero. En este momento, preste atención a apretar el abdomen, no balancear la parte superior del cuerpo y no dar pasos demasiado grandes.
4. Haz ejercicio de forma consciente. Cuando caminamos o damos zancadas, debemos prestar atención a utilizar la fuerza del talón. Cuando los talones tocan el suelo, siente el estiramiento de las piernas y, inconscientemente, levanta el ano y encoge las nalgas para poder levantarlas fácilmente.
Debido a que la escápula también está unida a músculos como el trapecio y los romboides, nos permite realizar tal variedad de movimientos. La gente moderna rara vez usa la escápula debido a la rigidez de los hombros. La mayoría de las personas solo mueven la articulación glenohumeral cuando mueven los brazos. La mayoría de la gente no llega a los omóplatos. Con el tiempo, los músculos circundantes se debilitan y se ponen rígidos, lo que impide que los omóplatos se muevan libremente.
De esta forma, la articulación del hombro que trabaja con ella debe soportar más trabajo del habitual para compensar la función de la escápula, lo que se traduce en un uso excesivo de la articulación del hombro, y problemas en el hombro, columna cervical, y vuelve a seguir.