¿Pueden los hongos venenosos alucinógenos realmente tratar la depresión?
Los hongos psicodélicos reciben su nombre por su capacidad para extraer el alucinógeno psilocibina. El helecho desnudo, el LSD, el peyoteno y los psicodélicos más esotéricos como la ayahuasca y la ibogaína se consideran iconos de la contracultura de los años sesenta. Ahora, sin embargo, vuelven a estar vivos, pero en el laboratorio. Investigaciones de importantes instituciones como la Universidad Johns Hopkins y la Universidad de Nueva York han confirmado gradualmente el potencial terapéutico de los psicodélicos, y estas instituciones también están promoviendo el desarrollo de terapias relacionadas.
Los científicos han descubierto que los psicodélicos son particularmente eficaces en el tratamiento de afecciones como la depresión resistente, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y el trastorno obsesivo-compulsivo. En 2016, la Universidad Johns Hopkins realizó un estudio histórico que encontró que la psilocibina puede ayudar a los pacientes con cáncer avanzado a aliviar la depresión y la ansiedad y reducir el estrés psicológico causado por estas enfermedades. Esto puede ayudar a algunos pacientes a sentirse tranquilos acerca de su diagnóstico de cáncer.
Sin embargo, otros estudios han planteado dudas más amplias sobre si algunas de las afirmaciones sobre los psicodélicos son exageradas. Por ejemplo, algunos defensores creen que la psilocibina ayuda a mejorar la percepción, pero un estudio holandés del año pasado encontró que pequeñas cantidades de psilocibina no tenían un impacto significativo en comportamientos intelectuales como la resolución de problemas y el razonamiento abstracto.
Los científicos aún no pueden explicar completamente cómo actúan los psicodélicos en el cerebro. Sin embargo, aunque las estructuras químicas de varias drogas psicodélicas difieren, sus mecanismos de acción implican principalmente la unión a receptores del neurotransmisor serotonina. Los estudios de imágenes cerebrales muestran que los psicodélicos aumentan nuestra percepción al reducir la actividad en áreas del cerebro responsables del comportamiento de autocontrol. Los psicodélicos también ayudan a conectar redes neuronales, lo que da como resultado una variedad de emociones complejas, estados superiores de conciencia y descubrimientos aún más profundos sobre la naturaleza de la realidad y de uno mismo. Pero no todos los psicodélicos tienen el mismo efecto en el cerebro y no todos los psicodélicos tienen potencial terapéutico. Por ejemplo, desarrollar versiones mejoradas de psicodélicos o combinar múltiples drogas psicoactivas requiere mucho tiempo y es costoso.