Cómo prevenir las alergias al polen

Los síntomas de la alergia al polen son manchas rojas, pápulas, escamas diminutas, picazón o sensación de ardor en la piel, que son causados ​​principalmente por la exposición al sol después de que la piel entra en contacto con el polen en la naturaleza. Entonces, ¿cómo prevenirlo?

Reducir las salidas. Cuanto más cálido es el clima, más polen seco hay. En general, el índice de polen es mayor por la tarde en un día despejado y menor por la mañana, al final de la noche o después de la lluvia.

El aire interior debe ser fresco. Mantenga las ventanas cerradas tanto como sea posible durante el día para evitar que el polen entre en la habitación. También puedes utilizar un humidificador o un purificador de aire.

Si quieres salir y buscar protección. Use un sombrero en los días de viento. El uso de gafas de sol puede evitar que el polen entre en los ojos. Lo mejor es usar una mascarilla para evitar la inhalación excesiva de polen. Intenta frotarte los ojos lo menos posible.

Cámbiate de ropa puntualmente al regresar de salir y lávate el cabello antes de acostarte para evitar que el polen se pegue al cabello o a las sábanas.

Intenta secar la ropa al aire libre lo menos posible. En caso contrario, ropa, sábanas, sábanas, etc. Puede infectarse fácilmente con el polen.

Presta atención también a las verduras y frutas. Las manzanas, las peras, los melocotones y las almendras contienen proteínas que pueden reaccionar con el polen.

Cuida tu alimentación. También es útil comer miel o té local que contenga hierbas medicinales chinas antes de la temporada de polen y comer alimentos menos picantes.

Puedes vacunarte si sabes que eres alérgico. Las inyecciones de hormonas antialérgicas pueden prevenir eficazmente las alergias al polen.