¿Quién inventó la tragedia del famoso sitio web de ensayo?
La Tragedia de los Comunes no debe interpretarse literalmente sino verse como un concepto metafórico. El término es una abreviatura de un fenómeno, no una descripción precisa del mismo. La palabra "tragedia" no debe considerarse una tragedia según el sentido común, ni tampoco una condena de la causa. Además, el uso del término "bienes comunes" a menudo se malinterpreta, lo que lleva a Harding a creer que debería cambiar el título de su discusión a "La tragedia de los bienes comunes no regulados".
"La tragedia de los comunes" se centra en explicar la economía, la psicología del desarrollo, la teoría de juegos, la sociología y otros campos. Algunos ven esto como un ejemplo de “comportamiento accidental” que acompaña a las trágicas consecuencias de las interacciones individuales en sistemas sociales complejos. El artículo de Hardin comienza centrándose en los problemas que las herramientas tecnológicas no pueden resolver.
En otras palabras, se diferencia de cuestiones que sólo requieren investigación y desarrollo científico y cambios en las ciencias naturales, y no requieren cambios en los valores humanos ni en las normas morales. Harding afirma que tales problemas surgen del crecimiento de la población y del uso de los recursos de la tierra.
Soluciones:
1. Privatización.
La tragedia de los bienes comunes surge de la naturaleza pública y la no exclusividad de los recursos. La privatización puede impedir que todas las partes compitan para consumir recursos públicos y evitar el consumo excesivo de recursos escasos. Imagínense, si el césped es de propiedad privada y está protegido por la ley, no se permite la entrada de ganado extranjero a voluntad, de lo contrario será castigado por la ley. Incluso si no existe ninguna restricción legal, el propietario del césped optará por contratar guardias de seguridad y levantar muros para evitar que personas ajenas entren en su territorio con fines de lucro.
2. Fortalecer la gestión.
Se trata de reducir la pérdida de recursos públicos a través de medios administrativos. Ejemplos típicos son los sistemas de licencias, controles de precios, etc. El control de precios esencialmente cae dentro del alcance de la concesión de licencias, pero la moneda tiene la última palabra. Por ejemplo, las carreteras son recursos públicos y China no permite su privatización por el momento. Puedes imaginar lo congestionadas que estarían las carreteras si fueran libres. La política de autopistas gratuitas de los últimos años nos ha proporcionado una buena base fáctica.
El control de precios esencialmente exprime cierta demanda elástica. Una licencia típica es un certificado de autorización emitido por una agencia administrativa que permite a algunas personas participar en ciertas actividades pero no en otras, evitando en teoría el uso excesivo de recursos. En términos generales, la emisión de licencias requiere una estricta revisión y confirmación por parte de los departamentos pertinentes para confirmar que el objetivo tiene la capacidad de realizar un determinado negocio. Pero es innegable que el sistema de licencias es también un enorme campo de búsqueda de rentas.