¿Los tumores de mama benignos se volverán malignos si no se tratan?
La mayoría de los tumores benignos no se vuelven malignos, rara vez recurren, crecen lentamente y tienen poco impacto en el cuerpo. Pero eso no significa que los tumores benignos no sean peligrosos. Por el contrario, algunos tumores benignos son muy perjudiciales para el cuerpo humano y hay que prestarles mucha atención. Primero, observe dónde está creciendo el tumor. Los tumores benignos también pueden tener consecuencias fatales cuando crecen en áreas críticas del cuerpo donde el espacio es bastante limitado. Por ejemplo, enormes tumores benignos que crecen en el cráneo, la tiroides y el mediastino. Los tumores benignos que se producen en la pared gastrointestinal o en la luz intestinal también pueden causar emergencias como obstrucción, sangrado, perforación e ictericia. El tratamiento retrasado puede provocar la muerte.
En segundo lugar, hay que prestar atención a la tendencia maligna de los tumores benignos. Algunos tumores benignos pueden volverse malignos. Una vez que se vuelven malignos, las consecuencias son las mismas que las de los tumores malignos. Los tumores que son propensos a la transformación maligna incluyen el adenoma de tiroides, el fibroma de mama, los tumores uterinos, el osteomioma plano gastrointestinal, el fibroma de tejidos blandos, el tumor sinovial, el fibroma de ligamentos, etc. Una vez que se descubren estos tumores, deben tratarse con prontitud.
En tercer lugar, algunas lesiones benignas de enfermedades no neoplásicas también están relacionadas con tumores malignos. Como hiperplasia lobulillar quística de mama, lunares, lesiones cicatriciales en el tejido pulmonar u otras partes, úlceras crónicas, cirrosis hepática, etc. , puede estar relacionado con la aparición de tumores malignos.
Por lo tanto, si descubre que un tumor benigno está creciendo rápidamente, se produce sangrado y dolor intenso, debe acudir al hospital para que lo examinen de inmediato. Si es necesario, realice una extirpación quirúrgica. Los fibromas mamarios y la hiperplasia lobular quística de la mama pueden volverse malignos.