Cómo cultivar habas

Las habas se pueden cultivar sembrando semillas. Primero, debe elegir semillas sanas y luego sembrarlas directamente en un suelo suelto y transpirable. Durante el proceso de mantenimiento, a las habas se les puede proporcionar agua limpia y fertilizantes inorgánicos ricos en nutrientes para mantener su crecimiento. También se les puede proporcionar luz solar durante todo el día para mantener sus hojas verdes.

¿Cómo cultivar habas 1 y sembrarlas?

A la hora de plantar habas se debe elegir como subsuelo un suelo humus, rico en materia orgánica y bien drenado, para luego elegir semillas con partículas completas y libres de enfermedades y plagas de insectos para la siembra y plantación. Después de la siembra, se puede rociar una solución de carbendazim en el suelo para eliminar las bacterias del suelo y hacer que las semillas germinen y crezcan lo más rápido posible.

2. Luz suplementaria

Las judías Bava son adecuadas para cultivar en un ambiente más cálido. Durante el proceso de mantenimiento se puede colocar en un ambiente soleado para permitir que las plantas reciban luz solar durante todo el día. Las plántulas de haba no pueden crecer en un ambiente con mucha luz y solo se pueden colocar en un ambiente con luz dispersa durante la etapa de plántula para mantener sus hojas verdes.

3. Fertilización científica

Las judías bava tienen una gran demanda de nutrientes durante el proceso de crecimiento, por lo que se puede proporcionar una nutrición equilibrada durante el proceso de mantenimiento. Es mejor utilizar fertilizantes nitrogenados durante el período de crecimiento vigoroso de las habas y fertilizantes de fósforo y potasio durante el período de floración y fructificación de las habas para que las plantas crezcan mejor.

4. Agua

Sin agua las habas no pueden crecer. Regar muy poco hará que la planta crezca lentamente, regarla con demasiada frecuencia hará que la planta se encharque y se pudra. Por lo tanto, durante el mantenimiento de las habas, se debe controlar estrictamente la humedad. Es mejor regar dos veces al día cuando hace calor y una vez cada tres días cuando hace frío.