¿Qué hace la miel?

La miel tiene muchos beneficios, y tiene principalmente las siguientes funciones:

La glucosa, las vitaminas, el fósforo, el calcio y otras sustancias de la miel pueden nutrir los nervios, regular el sistema nervioso y así favorecer el sueño.

La miel puede mejorar la composición de la sangre y favorecer la función del corazón y los vasos sanguíneos. El consumo regular de miel por parte de pacientes cardiovasculares es bueno para el organismo.

La miel tiene un efecto protector sobre el hígado, puede favorecer la regeneración de las células hepáticas y tiene cierto efecto inhibidor sobre la formación de hígado graso. También se puede utilizar para recuperar la sobriedad del alcohol.

Las personas con estreñimiento pueden relajar el intestino tomando miel durante un tiempo prolongado.

La miel también puede reponer rápidamente la fuerza física, aliviar la fatiga y mejorar la resistencia del cuerpo a las enfermedades.

La miel también tiene un efecto bactericida. El consumo regular no sólo es inofensivo para los dientes, sino que también desempeña un papel en la esterilización y desinfección de la cavidad bucal.

Aplicar miel sobre la piel lesionada no sólo previene el crecimiento de bacterias, sino que también puede tratar lesiones cutáneas moderadas, especialmente quemaduras.

La miel también contiene hierro, y su consumo regular puede prevenir y mejorar la anemia.