¿Por qué Gran Bretaña no abolió la familia real?
Después de aprovechar la situación caótica del país, Cromwell dio un golpe de estado e inició una dictadura militar, que en realidad no se diferenciaba mucho de una monarquía autocrática. Después de la muerte de Cromwell, el país volvió a caer en la confusión, por lo que la gente se dio cuenta de que no tener un rey podría no ser algo bueno, y Carlos II fue restaurado.
Cuando el reaccionario Jacobo II llegó al poder y comenzó su sangrienta venganza, el Parlamento lanzó un golpe palaciego para dar la bienvenida a María y Guillermo y establecer una monarquía constitucional. Esta medida del Parlamento puede describirse como una gran sabiduría. No sólo aseguró la estabilidad del sistema político y del país, sino que también aprendió las lecciones de la Guerra Civil británica y cambió al monarca bajo su control. El monarca fue bien recibido por el Parlamento, que inevitablemente necesitaba su apoyo. Como resultado, Gran Bretaña hizo una transición suave de una monarquía absoluta a una monarquía constitucional y logró una "Revolución Gloriosa" incruenta.
En segundo lugar, derrocar algo debe ser malo y no favorecer el desarrollo de la situación. Pero después de la Revolución Gloriosa, el monarca y la familia real se han convertido en algo integrado en la política burguesa británica. El monarca no ha sido caótico ni ha cometido errores, sino que ha desempeñado el papel de líder espiritual nacional, símbolo de la imagen nacional y temperamento aristocrático británico. Entonces, ¿por qué no conservar una familia real para mantener la estabilidad política y el desarrollo duradero del país?
Finalmente, tiene que ver con las características nacionales británicas. Históricamente, el pueblo británico ha tendido a ser conservador. Suelen ser prudentes tanto en los cambios políticos como en las políticas económicas y no quieren tomar medidas demasiado radicales. Suelen lograr progresos constantes, por lo que mantener una familia real con una larga tradición se ha convertido en algo que los británicos están felices de aceptar. Mientras no existan obstáculos importantes para el desarrollo del país, la familia real no será abolida ni causará disturbios.