Las personas egoístas no tienen conciencia.
No sólo egoísta, sino despiadada.
Mi cuñada ha dado a luz a un bebé. Después de dar a luz, planea ir a una granja para su confinamiento y vivir allí hasta que pueda comprar una casa con éxito.
La niña está al cuidado de su suegra y ya está con nosotros. Pero como mi cuñada tiene que regresar a la granja para estar confinada, tiene que llevarse a mi bebé de regreso a la granja.
Iba a trabajar sola durante el día y luego volvía a alimentar y cargar al bebé al mediodía y por la noche. Pero por culpa de mi cuñada tuve que separar a mi madre y a mi hijo.
Es terrible que la gente no tenga conciencia. Les hemos ayudado mucho. Para ahorrar dinero para comprar una casa, déjelos vivir con nosotros, nosotros nos haremos cargo de los gastos de manutención, los ayudaremos a pagar el préstamo y les daremos el dinero que ganen. Ahora, no tengo más remedio que darme una palmadita en el trasero y marcharme. Separémonos del bebé.
Egoísta, que sólo piensa en los propios intereses. Por suerte, todavía los consideramos todos. Lo que es aún más repugnante es que vivir bajo nuestro techo se lleva todos los beneficios y tenemos que chismorrear a nuestras espaldas. Así como les debemos, debemos ayudarlos. ¿Qué tiene que ver con nosotros que no puedan permitirse una casa y no ahorren dinero? Hemos hecho todo lo posible para ser tolerantes. Gracias a ellos, nuestra vida tiene prisa y nos preocupamos por el dinero todos los días. Pero son buenos, dicen que están preocupados, pero en realidad no toman ninguna medida.