¿Cuánta agua se debe lavar con proteína en polvo?

No requiere mucha agua, unos 200 gramos.

La mejor forma de comer proteína en polvo es:

Preparar la proteína en polvo con agua tibia o fría a menos de 40 grados centígrados. Si desea agregar proteína en polvo a las gachas de arroz, leche, leche de soja, gachas o extracto de malta, debe esperar hasta que la temperatura del alimento anterior descienda por debajo de los 40 grados Celsius antes de agregar proteína en polvo; de lo contrario, la proteína en polvo perderá su efecto debido. . No sobrecalientes la proteína en polvo, ya que contiene muchas sustancias activas con funciones fisiológicas especiales. Estas sustancias activas pierden su actividad una vez expuestas a altas temperaturas.

Datos ampliados:

Valor nutricional

Interviene en la composición y metabolismo del organismo.

La proteína es un nutriente importante. Su existencia está estrechamente relacionada con diversas actividades de la vida, como participar en la composición y metabolismo del cuerpo, participar en la composición y metabolismo de la información genética y proporcionar calor al cuerpo. el cuerpo.

Puede ser digerido, absorbido y utilizado por el cuerpo humano en diversos grados.

Existen muchos tipos de proteínas, y el cuerpo humano puede digerir, absorber y utilizar las proteínas de diferentes fuentes alimentarias en distintos grados. En otras palabras, el valor nutricional de los diferentes tipos de proteínas es diferente. El principal factor que determina el valor nutricional de las proteínas es el tipo y el contenido de aminoácidos esenciales en la proteína. La puntuación de aminoácidos es un indicador comúnmente utilizado para evaluar los tipos y contenidos de aminoácidos esenciales en las proteínas.

Las personas sanas no necesitan ingerir proteína en polvo.

En la "Ingesta de referencia de nutrientes dietéticos para residentes chinos", la ingesta diaria de proteínas recomendada para adultos es de 65 ~ 90 g, o 10% ~ 12% de la energía total, que puede satisfacer las necesidades metabólicas. Además, la ingesta de proteínas varía según la edad, el peso y la intensidad del trabajo de una persona. Los niños y adolescentes generalmente tienen mayores necesidades proteicas durante su crecimiento y desarrollo, al igual que las mujeres embarazadas o en período de lactancia.