Cómo hacer albóndigas de zanahoria
1. Las albóndigas de rábano se destacan por el fragante sabor del rábano. No es necesario ponerles demasiados condimentos, especialmente si se les ponen demasiados condimentos como glutamato monosódico, cebolla, ajo y chile. En, inevitablemente "Obsesionar al huésped y apoderarse del anfitrión" afectará el gusto original.
2. Si quieres freír las bolitas de rábano riquísimas, lo más importante es no poner demasiados fideos, de lo contrario se convertirán en ñoquis y afectarán gravemente el sabor. Si el rábano tiene demasiada agua, simplemente exprímelo con las manos y agrega menos huevos.
3. Al limpiar el rábano rallado, quedará un poco que no se puede limpiar. No continúes limpiando, de lo contrario te limpiará las manos. Usa el cuchillo para cortar todo lo que sobra.
4. Puedes freír más a la vez y congelarlo en el frigorífico. Cuando no tengas tiempo para cocinar, sácalo para emergencias. Se puede hacer una sopa. Poner una cantidad adecuada de agua en la olla y hervir, agregar las albóndigas, agregar un poco de esencia de pollo o no, luego agregar hongos, espinacas u otras verduras y llevar a ebullición.
Ingredientes: rábano blanco
Accesorios: huevos (piel blanca), harina baja en gluten
Condimentos: sal, aceite de cocina
1 1. Pelar el rábano, rallarlo en tiras finas con un cepillo, exprimir el agua y ponerlo en un recipiente.
2. Batir un huevo y verter la harina.
3. Añade 1 cucharadita de sal.
4. Revuelve los ingredientes del recipiente de manera uniforme hasta obtener una masa espesa.
5. Echar una cantidad adecuada de aceite en la olla, calentarla al 60% de fuego y añadir las albóndigas enrolladas.
6. Sofreír las bolitas de rábano a fuego medio hasta que la superficie esté dorada, retirar y escurrir el aceite.
7. Las bolitas de rábano fritas quedan muy buenas para sopa y estofadas. Puedes freírlas más a la vez y meterlas en el frigorífico.