Los hábitos de vida de las cobayas

Las cobayas habitan en laderas rocosas, pastizales, bordes de bosques y pantanos. Viven en cuevas y viven en pequeños grupos de 5 a 10 animales. Viven en cuevas y son activos durante la noche. Se alimentan de alimentos vegetales. No tienen necesidades especiales de alimentación. Comen principalmente partes verdes de las plantas, las malas hierbas como alimento principal, les gusta comer pimientos verdes y tienen prohibido comer alimentos crucíferos y con almidón.

A las cobayas les gusta vivir en grupos y tienen la costumbre de atrapar a las personas. No les gusta trepar y saltar. Son dóciles, tímidas y se asustan con facilidad. En ocasiones emiten chirridos. ambiente de vida limpio. Sus actividades, descanso y alimentación son en su mayoría comportamientos colectivos. Se acuestan uno cerca del otro cuando descansan. Son propensos a sufrir úlceras plantares cuando se crían en jaulas individuales. Hay un comportamiento social autoritario en el grupo, con 1 o 2 ratas macho en una posición dominante, y un grupo con un macho y varias hembras forma una estabilidad obvia.

Las cobayas tienen un sentido del olfato y del oído bien desarrollado, y son muy sensibles a diversos estímulos, como el sonido, el olfato y los cambios bruscos de temperatura, por lo que la neumonía es propensa a producirse en aire turbio. y ambientes fríos, y puede provocar un aborto espontáneo, y es fácil abortar cuando se tiene miedo.

Las cobayas son tímidas y alertas, son muy sensibles a los estímulos y suelen emitir chirridos. El olfato y el oído están bien desarrollados y son extremadamente sensibles a los antibióticos y a determinadas sustancias tóxicas. Los conejillos de Indias tienen músculos masticadores bien desarrollados y paredes estomacales muy delgadas. El ciego está particularmente agrandado y representa aproximadamente un tercio de la cavidad abdominal. Requieren más fibra cruda que los conejos, pero no son tan susceptibles a la diarrea como los conejos.

Las cobayas comen mucho y tienen un gran apetito por el pienso al que están acostumbradas, pero son especialmente sensibles al pienso en mal estado, por lo que suelen comer menos o desperdiciar comida. Incluso puede provocar un aborto espontáneo. También es particularmente sensible a los antibióticos y puede causar fácilmente la muerte y enteritis después de su administración. Por ejemplo, el uso de penicilina, independientemente de la dosis o la vía, puede causar colitis del intestino delgado e incluso la muerte. La sensibilidad a la penicilina es 1.000 veces mayor que la de los ratones, por lo que se debe tener especial cuidado al tratar con penicilina. A diferencia de las ratas y los ratones, come menos y se mueve menos por la noche.