Todos los lunares invasivos surgen de lunares benignos. ¿Cuáles son los síntomas del lunar invasivo?
Cuando se presenta embarazo o lunar erosivo con síntomas como sangrado genital continuo o intermitente, dolor abdominal, fiebre, náuseas, vómitos o masas abdominales palpables, se debe buscar tratamiento médico a tiempo. Si tiene síntomas de shock como sangrado genital masivo, tez pálida, taquicardia, irritabilidad, síncope, etc., debe acudir al hospital a tiempo. El lunar erosivo generalmente ocurre dentro de los 6 meses posteriores a la extirpación del lunar. Generalmente ocurre sangrado irregular y la cantidad de sangrado es incierta. Si el estado de la paciente es grave, puede provocar perforación del tumor uterino, sangrado abdominal, dolor abdominal, etc. Se debe prestar especial atención a esta situación y se debe acudir al hospital para recibir tratamiento para evitar que empeore y afecte su salud.
El quiste de flavina, el hematoma del ligamento ancho y el agrandamiento del útero son las causas de la masa abdominal en algunas pacientes. Además, algunos pacientes desarrollarán metástasis, que se manifiestan principalmente como nódulos de color azul púrpura en la mucosa, que pueden provocar un sangrado masivo después de la rotura. Si se presentan tales síntomas, debe prestar especial atención y recibir un tratamiento oportuno para garantizar su salud. Los pacientes con lunar invasivo se encuentran en estado grave, no sólo con sangrado y masas abdominales, sino también con lesiones metastásicas, como dolor en el pecho, tos, hemoptisis y otros síntomas. Si metastatiza en el cerebro, puede causar dolor de cabeza, náuseas, vómitos, hemiplejía y coma. Si se transfiere al hígado, los riñones y el tracto digestivo, puede producirse la correspondiente hemorragia en los órganos, lo que pone aún más en peligro la salud.