¿Creciste en una "grieta"?
Algunos internautas dijeron: "Crecí siendo golpeado por mi madre y nunca recibí una palabra de elogio desde la niñez hasta la edad adulta. Incluso a la edad de 30 años, todavía me siento alejado de mis padres. Parece amable por fuera, pero hay una gran distancia en su corazón. En mi memoria, mi madre nunca dijo una buena palabra sobre mí. Siempre me menospreciaba y decía que no importaba lo que hiciera, nunca fui buena. suficiente "
Nacido en la década de 1980, mis padres no tenían una buena educación y estaban ocupados en el trabajo. Recuerdo cuando era joven, excepto cuando entré a la escuela primaria por primera vez y fui al preescolar, y mi Mis padres me enviaban a la escuela y siempre volvía a casa sola. Tenía que cruzar dos calles sola.
Después tuve que cuidar a mi hermana, llevarla al colegio, recogerla, a veces cocinar, terminar los deberes y cuidar a mi hermana, pero yo era solo una niña en ese momento. .
¿Los padres nunca te preguntan cómo estás estudiando recientemente? ¿Hay algo que no haré, y mucho menos preguntarte qué pasó en la escuela, pero cuando recibas el aviso y te vayas a casa al final del trimestre, me preocuparé por el conjunto de números en tu trabajo, sin importar el motivo? o capacidad, pobre hermana, a menudo son derrotadas por las malas notas.
Y yo, un estudiante destacado cada año, no recibiré un mejor trato ni demasiados elogios. Este era el modelo educativo de la mayoría de las familias de mi época, y mi familia era un caso especial. Mi padre golpeaba a su hija y no importaba el error que cometiera, siempre sentí que mi padre tenía tendencias violentas.
Años después, pensé que olvidaríamos esa experiencia. Sin embargo, el año pasado mi padre estuvo enfermo y hospitalizado, y a veces su mente no estaba clara y actuaba con picardía. Mi hermana dijo que volvía a pensar en el pasado y quería llorar...
"Familia original. " Mencionó que los padres presionan a sus hijos. El daño emocional se propaga como toxinas químicas por todo el cuerpo y la mente del niño, y el dolor que sufre seguirá profundizándose a medida que crezca.
Cuando estos niños se conviertan en adultos, seguirán cargando con la culpa de ser un niño no apto y les resultará difícil establecer una imagen positiva de sí mismos. La resultante falta de confianza en uno mismo y de autoestima afectará a su vez todos los aspectos de sus vidas.