Mejor época para podar Milán

La mejor época para podar la milanesa es a finales de otoño, antes de que llegue el invierno.

La poda en otoño e invierno se dirige principalmente a las ramas secas, delgadas, enfermas e infestadas de insectos. Córtalas a tiempo para favorecer la ventilación y la transmisión de luz entre las ramas de la planta. También puedes recortarlas un poco. para crear tu forma favorita. Al podar en la etapa de plántula, preste atención a que las ramas principales no sean demasiado largas, generalmente de unos 20 cm. Para podar las ramas muertas en la parte inferior, puede acortar las ramas para promover la germinación de las ramas laterales, de modo que las flores milanesas puedan. florecer y florecer más.

Pode después de la floración. Preste atención a podar todas las flores restantes, y luego pode las ramas viejas y marchitas. Podelas en forma de paraguas o de hongo según su corazón. La planta será más hermosa, pero también hará que sus ramas laterales tengan más pelos para producir más flores. Durante la poda de primavera, corte algunas ramas muertas, ramas débiles, ramitas y ramas infectadas por enfermedades y plagas de insectos para reducir el consumo innecesario de nutrientes, de modo que los nutrientes de Milán puedan suministrarse a las ramas en flor.

Mantenimiento tras la poda de Milán:

1. Si quieres criar bien Milán deberás ponerla en un lugar con suficiente luz durante todo el año esté creciendo o no, o en época de inactividad debe tener suficiente luz. Cuanta más luz haya, más flores florecerán y más fragantes serán.

2. Regar a tiempo. Si Milán se riega normalmente, siempre que la maceta no sea demasiado grande y el suelo tenga buena permeabilidad al aire, riéguela abundantemente cuando la superficie del suelo esté seca.

3. Gestión de la fertilización. En cuanto al abono, intenta elegir uno con alto contenido en fósforo y que no le falten otros elementos, para que pueda seguir creciendo y floreciendo. Generalmente, puedes reponerlo con abono con alto contenido en fósforo y potasio de 2 a 3 veces al mes. A Milán le encanta la acidez. En el norte, es mejor regar con sulfato ferroso regularmente una vez al mes para asegurarse de que no sufra hojas amarillas y plántulas rígidas.