¿Hay un tumor en la fiebre leve y la tos?
El linfoma es el “maestro del disfraz” entre los tumores malignos. Muchas personas tienden a tratar el linfoma como un resfriado en las primeras etapas, lo que impide que los pacientes reciban un tratamiento eficaz a tiempo, lo que hace que las células cancerosas en el cuerpo se propaguen rápidamente y causen daño al cuerpo humano. Los datos muestran que cada año hay 654,38 millones de nuevos casos de linfoma en mi país. Entonces, ¿qué tipo de síntomas disfraza el linfoma como una enfermedad?
Primero, fiebre. Después de infectarse con EBV, se multiplicará en las células epiteliales de la cavidad bucal y de la garganta, afectando el sistema linfático humano. Después del catabolismo del tumor, se producirá una gran cantidad de sustancias necróticas, que afectarán el sistema nervioso central de la regulación de la temperatura corporal y luego provocarán fiebre. Incluso después de tomar antipiréticos o enfriamiento físico, los síntomas pueden reaparecer en un corto período de tiempo. La fiebre baja prolongada puede indicar que la enfermedad ha progresado a una etapa media o tardía.
En segundo lugar, dolor de garganta. Después de que un paciente se infecta con EBV, la boca y la garganta se verán afectadas, lo que provocará inflamación, y los ganglios linfáticos del cuello se enrojecerán, se hincharán y dolerán. Causará dificultad para tragar al comer y beber, y se moverá al tocarlo con las manos. Algunas personas piensan erróneamente que se trata de amigdalitis o faringitis causada por un incendio corporal.
En tercer lugar, la tos. Después de que el linfoma empeora, los pulmones de la persona se infectan y provocan tos intensa, principalmente tos seca. La mayoría de los pacientes también experimentan dolor en el pecho y el cuello al toser. Algunos pacientes piensan que su tos es causada por un resfriado. Ir a la farmacia a comprar algún medicamento para la tos no sólo no mejorará tu condición, sino que también acelerará su empeoramiento.
Es más probable que los tres síntomas anteriores hagan que los pacientes con linfoma los confundan con molestias causadas por un resfriado. Si su condición no mejora después de tomar medicamentos, lo tomarán en serio. Lo mejor es acudir a un hospital habitual local para un examen completo para comprender el estado específico del cuerpo y, al mismo tiempo, observar si tiene otras molestias, como inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de apetito, pérdida de peso, picazón y otros síntomas. Vaya al hospital de inmediato para realizarse exámenes de sangre y de imágenes de rutina. Si se encuentra un tumor, se realizará una biopsia para confirmar el diagnóstico.
Algunas personas piensan que la muerte es inminente si se padecen tumores malignos, y está mal afrontar la enfermedad con una actitud negativa. Incluso si se trata de un tumor maligno, sólo cooperando activamente con el tratamiento y luchando tenazmente será posible vencer la enfermedad. Además, la tecnología médica está muy avanzada ahora y muchas enfermedades pueden curarse por completo. Los pacientes deben mantener una actitud positiva y optimista ante la enfermedad, no tenerle miedo y no renunciar a sus vidas para luchar por una mayor supervivencia.