Algunas personas vomitan después de subirse a una montaña rusa. ¿Cuál es la razón?
Al igual que el mareo o el mareo en nuestra vida diaria, se debe a que están funcionando el vestíbulo y los canales semicirculares, que son los órganos (oídos) más importantes para mantener el equilibrio corporal. Estos estímulos hacen que las células vestibulares se deformen y descarguen, las cuales se transmiten al centro y se detectan. La generación y transmisión de estas señales eléctricas vestibulares no provocará reacciones adversas dentro de un límite y tiempo determinado, pero la tolerancia de cada uno a la intensidad y tiempo de estos estímulos es limitada, y este límite es el umbral del mareo. Si la estimulación excede este límite, se producirán síntomas de mareo.
La tolerancia de cada persona varía mucho, lo que no solo está relacionado con factores genéticos, sino que también se ve afectado por factores como la visión, el físico individual, el estado mental, el entorno objetivo (como el olor del aire), por lo que solo algunas personas experimentar vómitos.
En segundo lugar, la excesiva excitación psicológica y la tensión también pueden provocar arcadas y vómitos. Esto se debe a que nuestros nervios están demasiado tensos, lo que provoca nervios autónomos hiperactivos y espasmos de los nervios gastrointestinales, motivo por el cual vomitamos.
Igual que algunas personas sienten náuseas y vomitan antes de subir al escenario a hablar en público. Entonces, ¿cómo evitarlo? Antes de subirnos a una montaña rusa, podemos buscar a alguien conocido que nos acompañe, usar equipo de protección de seguridad, beber un poco de agua para aliviar la tensión y la emoción o beber algunas bebidas ácidas. Si vomita después de subirse a una montaña rusa, asegúrese de descansar y dormir más. Los síntomas disminuirán en unos días.