Beba más agua todos los días para desarrollar un buen bazo y estómago.
El bazo y el estómago son los órganos digestivos del cuerpo humano. El bazo gobierna el transporte y transformación del agua y la humedad. El estómago es el "mar de agua y cereales" y la "fuente de qi y sangre", y es la base para mantener el metabolismo normal del cuerpo humano. "Todas las enfermedades son causadas por el deterioro del bazo y del estómago". ¡Se puede ver que un bazo y un estómago deficientes son la causa fundamental de la enfermedad! Así que si quieres mantenerte en forma, ¡primero debes fortalecer tu bazo y tu estómago!
El bazo y el estómago son los dueños del agua y los cereales. Son los encargados del transporte y transformación del agua y la humedad, y deben ser inseparables del agua. Por tanto, si quieres regular tu bazo y estómago, beber agua es fundamental. Sin embargo, beber agua para fortalecer el bazo y el estómago no puede ser a ciegas y también contiene mucho conocimiento. ¿Cómo beber agua correctamente?
En primer lugar hay que tener claro, si quieres fortalecer el bazo y el estómago, ¿qué tipo de agua debes elegir beber? Piense en estos tres tipos de agua, puede elegir según corresponda:
1. Agua corriente: puede reponer eficazmente la humedad, promover la circulación sanguínea, diluir la viscosidad de la sangre y evitar causar trombosis. Apto para todos.
2. Agua con miel: elimina el calor y desintoxica. Puede lubricar y estimular los intestinos, aliviar el estreñimiento, aliviar el estado de ánimo y ayudar a conciliar el sueño. Indicado para personas con calor interno y estreñimiento habitual.
3. Agua ligera con sal: Ayuda a limpiar los intestinos y a expulsar toxinas. También ayuda a desinflamar la faringe y eliminar el enrojecimiento y la hinchazón. Es adecuada para personas jóvenes que sufren de calor interno.
Además de...
Además de la elección del agua potable, también debes prestar atención a los siguientes buenos hábitos de bebida.
Agua potable activada
Muchas personas sólo piensan en beber agua cuando tienen sed. De hecho, no es científico hacerlo. Los estudios han encontrado que las personas sentirán sed cuando pierdan el 2% de su peso corporal, pero en este momento el cuerpo ya se encuentra en un estado de deshidratación leve. Por lo tanto, no espere hasta tener sed para beber agua, ¡desarrolle el buen hábito de beber agua de manera proactiva!
Toma un pequeño sorbo y bebe lentamente
Mastica lentamente al comer, ¡y beber agua también es la mejor manera de beber lentamente! Por ejemplo, algunas personas beben agua muy rápidamente y, a menudo, se vierten todo el vaso de agua en el estómago de una sola vez. Este hábito es perjudicial para su estómago. Beber agua demasiado rápido y con demasiada fuerza inevitablemente tragará una gran cantidad de aire, lo que sobrecargará el tracto gastrointestinal y provocará síntomas como eructos, hinchazón y dolor abdominal.
Levántate temprano y bebe un vaso de agua.
Beber un vaso de agua después de levantarse por la mañana ha sido reconocido como una buena forma de mantener la salud y fortalecer el estómago, pues un vaso de agua al levantarse temprano puede reponer el agua perdida por la noche y promover la motilidad gastrointestinal; también puede aumentar el apetito y promover la digestión y absorción de los alimentos, prevenir la indigestión.
Reponer agua inteligentemente antes de las comidas
Beber agua media hora antes de las comidas no sólo puede evitar la dilución de los jugos digestivos, sino también garantizar que el estómago secrete suficientes jugos digestivos al comer, despertar el apetito y favorecer la digestión y la absorción. Además, cuando se bebe agua con el estómago vacío antes de las comidas, el agua se puede absorber rápidamente en la sangre, asegurando así el contenido de agua de las células de todo el cuerpo y evitando la sed debida al consumo excesivo de sal durante las comidas.
No beber agua
Ya hace décadas, nuestro país abogaba por no beber agua cruda ni hervida, principalmente porque el agua cruda contiene microorganismos nocivos para el cuerpo humano. Susceptible a gastroenteritis aguda, disentería y otras enfermedades infecciosas del tracto digestivo. Si hierves agua, puedes matar la mayoría de las bacterias y virus, evaporar el cloro y algunas sustancias nocivas del agua y retener los nutrientes en el agua.