¿Qué comer para la salud?
En primer lugar, debes elegir el yogur. El verano es relativamente caluroso, por lo que el yogur es una bebida ideal por la mañana y por la noche. Beber yogur adecuadamente por la mañana puede complementar las proteínas y la energía; mientras que beber yogur por la noche, agregar dos cucharadas de avena puede producir la hormona del crecimiento. La hormona del crecimiento descompone la grasa y promueve el crecimiento muscular. Además, las bacterias del ácido láctico contenidas en el yogur pueden mejorar la flora intestinal, aumentando así aún más la resistencia.
En segundo lugar, es mejor optar por la ensalada de verduras. La ensalada verde es un alimento saludable y refrescante. Debido a que todas las ensaladas de hojas verdes son ricas en una sustancia que tiene efectos similares a los opioides, esta sustancia puede reducir el nerviosismo del mediodía y promover el sueño por la noche. Esta sustancia es soluble en aceite, por lo que la ensalada debe mezclarse uniformemente con el aceite antes de que el cuerpo pueda absorberla.
En tercer lugar, debes elegir el helado. El verano es muy caluroso, por eso comer helado es disfrutar de la vida. Sin embargo, los investigadores han descubierto que algunas personas pueden sentir dolores de cabeza después de comer helado. Si quieres mantenerte delgado, ten cuidado: una taza de helado cremoso contiene 330 kcal, mientras que una taza de jugo de limón sólo tiene 150 kcal.
En cuarto lugar, elige zumo de naranja recién exprimido. El jugo de naranja recién exprimido aporta buen humor a las personas y utiliza selenio para mejorar la resistencia de las personas. Contiene flavonoides (fitoquímicos) que pueden aumentar los efectos de la vitamina C hasta 20 veces. Si tienes el estómago sensible, no bebas jugo de naranja con el estómago vacío. Bébalo media hora antes de las comidas para que las vitaminas surtan efecto al máximo.
En quinto lugar, es mejor optar por macedonia de frutas. La ensalada de frutas es ideal para el desayuno o un almuerzo saludable. Lo mejor es comer frutas dulces (plátanos, higos, cerezas, etc.) y ácidas (piña, naranjas, etc.) por separado. Debido a la indigestión, comer frutas durante mucho tiempo después de las 5 de la tarde fermentará en los intestinos y producirá gases inertes.
En sexto lugar, elige patatas chips y patatas fritas. A principios de verano y otoño, coma más patatas fritas y patatas fritas. Pero las patatas pueden provocar la acumulación de grasa en los glúteos y contienen una variedad de minerales necesarios para descomponer la grasa. Por eso, lo ideal para comer patatas chips es con cuajada o cilantro bajo en grasas.
En séptimo lugar, elige agua mineral. El agua mineral es rica en minerales (como magnesio, yodo, etc.) que pueden favorecer el consumo de grasas pero no contiene calorías. Por ello, conviene beber 8 vasos de agua mineral todos los días, preferiblemente antes de las comidas, lo que también puede reducir el hambre.
Octavo, elige pescado. El pescado es el mejor alimento para complementar las proteínas. Aporta valiosos ácidos grasos y yodo, perfecto para el almuerzo. Es mejor comer más pescado en verano.
Noveno, elige la barbacoa. ¿Es la barbacoa un manjar de verano o un carcinógeno peligroso? De hecho, la barbacoa es un alimento nutritivo y bajo en grasas. Pero evite que el aceite gotee sobre el fuego de carbón, ya que de lo contrario se producirán sustancias cancerígenas. Por lo general, esto se puede evitar usando una parrilla vertical o envolviendo la carne en papel de aluminio. Además, poner algunas verduras y pescado encima de la carne puede reducir el aporte calórico.
Décimo, debes elegir la cerveza. Un montón de cerveza fría sabe muy bien, pero produce insulina. La cerveza puede provocar directamente obesidad abdominal. Por supuesto, una taza pequeña por la noche estimulará el apetito y tendrá un efecto calmante. Según las investigaciones, beber cerveza con moderación también puede prevenir el cáncer.
Undécimo, elige fresa. Solo hay 37 kilocalorías en 100 g de fresas, pero son ricas en 62 mg de vitamina C. Además, comer algunas fresas a principios del verano puede limpiar la basura del cuerpo y promover el metabolismo.