¿Aún quieres beber sopa de pollo después del confinamiento?
No comas gallinas viejas.
Madres primerizas que están amamantando después de dar a luz, ¡recuerden no comer gallinas viejas de inmediato! Porque el pollo de gallinas viejas contiene estrógeno, que puede inhibir la prolactina, provocando una cantidad insuficiente de leche o incluso regurgitación de leche. En su lugar, ¡opta por el estofado de gallo!
No tomes sopa rica en grasas
La sopa espesa es buena, ¡pero no la bebas todos los días! Las sopas ricas en grasas, como la sopa de manitas de cerdo, la sopa de costillas de cerdo, etc., no solo pueden hacer que las nuevas madres aumenten de peso, sino que también pueden causar indigestión en los bebés. Una opción más saludable es la sopa rica en proteínas, vitaminas y minerales, como la sopa de carne magra, la sopa de verduras, la sopa de huevo, la sopa de pescado fresco, etc.
Tenga cuidado al comer pescado y beba sopa de pescado espesa.
¡Las nuevas madres que han tenido una cesárea o episiotomía deben tener cuidado al comer pescado y beber sopa de pescado espesa! Debido a que contiene ácidos orgánicos, puede inhibir la agregación plaquetaria y no favorece la hemostasia posoperatoria ni la cicatrización de heridas.
No bebas demasiada agua con azúcar moreno.
El agua con azúcar moreno es buena, ¡pero no tomes una sobredosis! Beber demasiada agua con azúcar moreno puede dañar los dientes de la nueva madre, provocar sudoración excesiva, debilitar el cuerpo e incluso aumentar la cantidad de loquios y provocar anemia.