Los talones tienden a volverse ásperos y agrietados en invierno. Además del clima, ¿qué otras causas existen?
Hay muchas razones para la aparición de pies agrietados, la mayoría de las cuales son causadas por el clima. Por ejemplo, en otoño e invierno, el clima es seco y frío, y la circulación sanguínea de la piel. El cuerpo se vuelve pobre, especialmente la piel de los pies. La elasticidad de la piel también es pobre y la piel se vuelve propensa a agrietarse. También hay razones físicas. La piel tiene glándulas sebáceas, que secretan aceite para proteger la piel. Si la piel de los pies tiene pocas glándulas sebáceas y carece de vitaminas, la piel se agrietará fácilmente. Algunos pies agrietados son causados por una infección por hongos.
La cutícula del talón es relativamente gruesa. Cuando la actividad del pie está bajo mucha tensión, puede producirse fácilmente sequedad y agrietamiento, como por el uso frecuente de tacones altos, exposición al sol, traumatismos, etc. El pie de atleta es un hongo. La infección por hongos en los talones puede causar piel áspera y agrietada, además de descamación y picazón. Las glándulas sebáceas pueden secretar aceite para lubricar e hidratar la piel, pero no hay glándulas sebáceas en las plantas de los pies, incluidos los talones, y las cutículas de los talones son muy gruesas, por lo que son propensos a la sequedad y la formación de costras en condiciones bajas. temperatura, ambientes secos.
Demasiado poco ejercicio provocará una mala circulación sanguínea en los pies y ralentizará el metabolismo de los pies. Por lo tanto, también es fácil provocar talones secos y agrietados y piel con costras. El ejercicio adecuado puede promover la circulación sanguínea en las plantas de los pies y la secreción de sudor también puede evitar que la piel de los pies esté demasiado seca, reduciendo así la posibilidad de que ocurra esta enfermedad. La infección por hongos también puede causar talones secos, agrietados y con costras, especialmente aquellos que padecen pie de atleta. Estos pacientes a menudo experimentan descamación, picazón y otros síntomas en los pies.
Para tratar y prevenir las grietas en los pies hay que empezar por la vida. Primero debemos mejorar nuestra alimentación, comer más frutas para complementar vitaminas, conseguir que al cuerpo no le falten nutrientes y mantener la humedad y elasticidad del pie. la piel, para prevenir la aparición de grietas en los pies. Cuando hace frío, remoje los pies en agua tibia y aplique un poco de crema y otros productos grasos para el cuidado de la piel después del remojo, lo que puede prevenir eficazmente que la piel se agriete. Si los pies agrietados son graves, puede aplicar vitamina E directamente sobre los pies agrietados, lo que puede mejorar rápidamente la piel agrietada.