Cómo diagnosticar el cáncer de ovario
Cómo juzgar el cáncer de ovario En términos generales, no existe un método de autoexamen para el cáncer de ovario, porque la mayoría de las pacientes con cáncer de ovario no presentan síntomas obvios en la etapa inicial, pero tendrán algunas manifestaciones clínicas en la etapa posterior. etapa, como distensión abdominal, masa abdominal, síntomas gastrointestinales como ascitis. Algunos pacientes pueden desarrollar caquexia como pérdida de peso, fatiga, palpitaciones y anemia. La invasión del tumor y la compresión de los tejidos circundantes pueden causar dolor abdominal, lumbalgia y dolor en las extremidades inferiores, y la compresión de las venas pélvicas puede causar edema en las extremidades inferiores. Pueden ocurrir tumores de ovario funcionales, sangrado vaginal irregular o sangrado posmenopáusico. El examen tres en uno puede palpar nódulos o masas duras en la fosa útero-rectal. Las masas son en su mayoría bilaterales, sólidas o quísticas, con superficies irregulares, poca movilidad, límites poco claros con el útero y, a menudo, van acompañadas de ascitis. A veces, se pueden palpar ganglios linfáticos agrandados en la ingle, la axila o la clavícula.
El cáncer de ovario puede manifestarse como dolor abdominal bajo, distensión abdominal y sangrado vaginal irregular. Si una paciente tiene sangrado vaginal irregular, especialmente pacientes posmenopáusicas, o tiene una pérdida de peso inexplicable o dolor abdominal bajo, se puede sospechar cáncer de ovario y debe acudir al hospital a tiempo. La mayoría de las pacientes con cáncer de ovario tendrán un marcador tumoral elevado CA125, por lo que se pueden realizar análisis de sangre para detectar CA125 o antígeno carcinoembrionario para la detección. Además, la ecografía B también se puede utilizar para detectar metástasis de tumores de ovario, ascitis y otros órganos. Si todavía hay sospecha o no se puede hacer el diagnóstico, se pueden realizar exámenes de TC con contraste, resonancia magnética y TC de tórax de todo el abdomen para ayudar a confirmar el diagnóstico. Si es necesario, realice una gammagrafía ósea de todo el cuerpo y una resonancia magnética cerebral mejorada para comprender mejor la afección.
Existen dos tipos de recurrencia del cáncer de ovario, una es la recurrencia bioquímica y la otra es la recurrencia histológica. La recurrencia bioquímica suele ser asintomática, por lo que se deben utilizar los siguientes métodos para comprobar si hay recurrencia: primero se deben detectar marcadores tumorales, los más utilizados son CA125 y HE4 (proteína 4 del epidídimo humano), generalmente 3-4 días después todo el período de quimioterapia postoperatoria. Verifique una vez al mes, es decir, dentro de los dos años. El siguiente es el examen por imágenes. Debido a que la recurrencia del tumor es asintomática en las primeras etapas y los síntomas aparecerán solo cuando el tumor crezca, el reexamen y el seguimiento son muy importantes.
Tabú dietético para el cáncer de ovario 1. No sea codicioso por la comida fría: las mujeres con una función gastrointestinal deficiente deben evitar comer alimentos crudos y fríos antes y durante la menstruación, como bebidas frías, platos crudos y fríos, cangrejos, caracoles, mejillones, etc. Mariscos, sanguijuelas, peras, caquis, sandías, plátanos, melones amargos, mangostán, frijol mungo, pepinos, castañas de agua, etc.
2. No coma alimentos ácidos: los alimentos ácidos tienen un efecto astringente, lo que hace que la sangre se estanque y no favorece la suavidad y la descarga de la sangre menstrual. Por lo tanto, las personas con dismenorrea deben intentar evitar estos alimentos durante la menstruación. Los alimentos ácidos incluyen vinagre de arroz, pepinillos, pepinillos encurtidos, granadas, ciruelas de ébano, arándanos, fresas, carambolas, cerezas, dátiles silvestres, mangos, albaricoques, ciruelas, limones, etc.
3. No coma alimentos picantes: algunas pacientes con dismenorrea tienen un flujo menstrual abundante. Comer alimentos picantes, calientes e irritantes agravará la congestión y la inflamación pélvicas, o provocará una contracción excesiva de los músculos uterinos, agravando la dismenorrea. Por lo tanto, las pacientes con dismenorrea deben intentar comer menos o nada de chiles, granos de pimienta, ajo, cebolla, jengibre, puerros, sopa de pollo, durian y condimentos picantes.
4. No comer longan, dátiles rojos, gelatina de piel de burro, jalea real y otros alimentos calientes, coagulantes y hormonales.
5. No es adecuado comer cordero, gambas, cangrejo, anguila, pescado salado, pescado negro, etc.