Comer carne es tabú. ¿Qué partes de la carne no se deben comer aunque sean fragantes?
Pero en algunos lugares será mejor no comer carne. Veamos qué tenemos. Muchas mujeres se sentirán confundidas si no comen piel. ¿No se dice que comer piel de animal puede reponer el colágeno? De hecho, la piel animal en realidad se compone de tres partes: linfa, grasa y dermis. La dermis es lo que solemos llamar capa de colágeno. Tomemos como ejemplo la panceta de cerdo. La capa superior es muy fina y dura y es la piel real. Pero no comas linfa ni grasa. La grasa puede engordar a las personas y el líquido linfático contiene sustancias nocivas, especialmente los ganglios linfáticos del cuello de cerdos, ovejas y ovejas. Tampoco lo comas. Es difícil distinguir entre la piel, la dermis y el líquido linfático de pollos, patos y gansos. ?
No ingerir glándulas. ¿Alguna vez has comprado carne de res, comida o alitas de pollo en el supermercado? No lo vuelvas a comprar. Las glándulas tiroides, las glándulas suprarrenales y los ganglios linfáticos de los animales no son comestibles. Muchas sustancias nocivas para el cuerpo humano deben destruirse a temperaturas superiores a 600°C, y los métodos habituales de cocina casera no pueden alcanzar esta temperatura. Comer demasiado de este alimento afectará el sistema endocrino del cuerpo, provocando diarrea, náuseas, vómitos y otros síntomas de malestar físico. ?
No comas linfa. La linfa es un sitio de desintoxicación, así que no transfieras toxinas de los animales a los humanos. Es mejor no comer el cuello de varios animales, incluidos los de pollo, pato y otras aves de corral. Comer demasiado puede ser perjudicial para tu salud. Tampoco comas despojos. Muchas personas pueden no estar de acuerdo, porque el intestino grueso frito picante y el Maoxuewang son los favoritos de muchas personas, y algunos platos son incluso especialidades locales. En los últimos años, la contaminación ambiental interna ha sido grave. Algunas sustancias nocivas se mezclan en el proceso de cría de animales, por lo que la seguridad de los despojos de animales sigue siendo muy preocupante. Los órganos internos de muchos animales acumulan una gran cantidad de toxinas que son perjudiciales para la salud humana después de comer.