¿Cómo refrescar a tu bebé en verano?
Bañarse o nadar para refrescarse
Darse un baño caliente o nadar es la forma más cómoda de refrescarse. Se debe bañar al bebé con agua tibia o envolverlo en una toalla mojada y cambiarlo cada 15 minutos.
Protégete del sol al salir
En verano hace calor, por lo que lo mejor es llevar ropa holgada de algodón para que tu bebé absorba el sudor. Si sales con tu bebé, aplícate un poco de protector solar antes de salir. Lo mejor es usar un sombrero para el sol como protección. El ala del sombrero para el sol debe ser ancha.
Usa el aire acondicionado o ventiladores con moderación.
Enciende el aire acondicionado del dormitorio antes de que el bebé se vaya a dormir, y apágalo mientras el bebé duerme. Sin embargo, los padres no deben apuntar el aire acondicionado o el ventilador hacia su bebé. Lo mejor es mantener la temperatura interior en torno a los 26°C. Para evitar la sequedad, los padres también pueden poner un recipiente con agua fría en casa.
Sacia tu sed con agua hervida
El agua pura hervida es la forma más fácil de saciar tu sed. Una vez que ingresa al cuerpo, puede realizar inmediatamente el metabolismo, regular la temperatura corporal, transportar nutrientes y limpiar el interior del cuerpo. Especialmente en verano, beber agua hervida no solo puede aliviar el calor y refrescarse, sino también reponer el agua perdida. Es la opción más segura para hidratarse. No dejes que tu bebé beba agua helada en los días calurosos ya que puede provocarle enfermedades gastrointestinales.
Elige la ropa adecuada
Si quieres que tus hijos estén seguros, tú debes tener hambre y frío. Aunque el bebé esté en el segundo mes, no lo envuelvas ni a izquierda ni a derecha. Sin embargo, no puedes dejar a tu hijo desnudo sólo para que se refresque. Lo mejor es utilizar pañales de algodón, no demasiado gruesos. Los pañales deben ser de algodón y transpirables. Si es posible, trate de no usar pañales durante el día.