¿Puedo comer cebollas durante la lactancia?
Mejora el estreñimiento
El componente de azufre de la cebolla se combina con proteínas del intestino grueso o bacterias del intestino para formar sulfuro de hidrógeno, que puede favorecer la peristalsis intestinal. La rica fibra dietética soluble puede estimular los intestinos y hacer que el ejercicio sea más vigoroso, mientras que los oligosacáridos también pueden inhibir la reproducción de bacterias malas en los intestinos y mejorar eficazmente los síntomas comunes del estreñimiento.
Mejora los problemas de la piel
Las cebollas que contienen glutatión pueden inhibir la producción de melanina y mejorar eccemas, dermatitis, urticaria o manchas hepáticas. Los flavonoides de la corteza de dendrobium pueden resistir los rayos ultravioleta y tener efectos blanqueadores.
Prevenir la osteoporosis
Los flavonoides de la cáscara de dendrobium contenidos en las cebollas tienen efectos similares a los del estrógeno que son comparables a las hormonas femeninas o a los medicamentos para la osteoporosis. Según los informes, comer entre 200 y 300 gramos de cebolla al día puede prevenir eficazmente la osteoporosis.