La probabilidad de enfermar durante el confinamiento es muy alta. ¿Cómo prevenirlo?
Por eso, después de dar a luz, debes prestar atención a mantenerte abrigada y fría, y tratar de evitar lavarte las manos con agua fría. Cuando sientas dolor, puedes aplicar una toalla caliente. Al masajear suavemente para aliviar el dolor, preste atención a una dieta saludable, coma alimentos menos picantes, reduzca la carga en sus manos y déjelas descansar.
Medidas preventivas: Descansar más: Las nuevas madres deben garantizar un descanso adecuado. Si su cuerpo no puede soportarlo, dejará la tarea de cuidar al bebé a sus familiares para que recupere fuerzas lo antes posible. Beba más agua: Para las madres primerizas que han experimentado fiebre puerperal o tienen dificultad para orinar, es muy importante reponer líquidos. Lo mejor es complementar la ingesta de agua con unos 2000 ml al día.
Misofobia: Los loquios posparto durarán un periodo de tiempo. Las nuevas madres deben cambiar las toallas sanitarias y la ropa interior con frecuencia, especialmente si hay heridas en el perineo. Lo mejor es lavar el perineo con agua tibia después de ir al baño para reducir la infección.
Suplementos razonables de calcio Después del parto, la capacidad del cuerpo para renovar el calcio es muy pobre. Además, amamantar a un niño requiere la pérdida de una gran cantidad de calcio. La mayoría de las mujeres son propensas a sufrir deficiencia de calcio después de dar a luz. Las mujeres sufrirán dientes flojos, dolor de espalda y disminución de la secreción de leche. Las mujeres embarazadas deben asegurarse una ingesta diaria de calcio de al menos 1.200 mg, que puede obtenerse de la sopa de costillas de cerdo, pescado, gambas y leche, o de comprimidos de calcio.
Elige el momento adecuado para lavarte el pelo y bañarte. Es muy frágil, pero el metabolismo es muy fuerte y la madre sudará mucho. No mantener una buena higiene personal aumentará las posibilidades de infección. Después de dar a luz, debes cuidar bien tus partes íntimas. No se bañe cuando se dé un baño de asiento. Cambie la ropa interior con frecuencia y elija toallas sanitarias maternas de alta calidad. Lava tus partes íntimas con agua tibia todas las noches antes de acostarte y sécalas a tiempo.