Las causas y peligros de los quistes odontogénicos
1 Histopatología
La pared fibrosa del quiste está revestida por múltiples capas de epitelio escamoso, y parte del epitelio de revestimiento puede contener células mucosas o células fibrosas columnares. El líquido del quiste es de color ámbar y contiene cristales de colesterol y células epiteliales descamadas. Durante el periodo de reposición de la dentición, los dientes permanentes forman básicamente quistes odontogénicos que se forman cuando están a punto de erupcionar, también conocidos como quistes de erupción. La aparición y las manifestaciones patológicas de los quistes de erupción son similares a las de los quistes odontógenos, excepto que los quistes se encuentran en el tejido blando y la erupción del diente está bloqueada. [1]
2 Manifestaciones clínicas
Población general
La edad máxima de aparición de los quistes odontógenos es entre los 10 y los 39 años. En la infancia, la incidencia de quistes odontógenos es ligeramente mayor que la de otros quistes mandibulares. Hay más pacientes varones que mujeres. La ubicación de la enfermedad está relacionada con la edad: los pacientes menores de 10 años se ubican principalmente en los premolares mandibulares; los pacientes entre 10 y 20 años se ubican principalmente en los caninos permanentes superiores, terceros molares mandibulares y segundos premolares mandibulares; años se localizan principalmente en los terceros molares mandibulares. [2]
Síntomas de la enfermedad
El diente afectado no ha hecho erupción en la zona del quiste. El quiste crece lentamente, es un crecimiento tumescente y se comporta como un quiste basal. Mediante punción se puede obtener líquido quístico de color amarillo pajizo y se pueden observar cristales de colesterol al microscopio.
Examen auxiliar
La radiografía muestra un área radiolúcida redonda u ovalada con bordes claros y prolijos y una corona en la cavidad del quiste. La mayoría son monógamos y algunos polígamos.
Tratamiento de las 3 enfermedades
El principio de tratamiento es el legrado del quiste. Tanto los quistes maxilares como mandibulares se pueden operar dentro de la boca. Además de retirar la pared de la cápsula, también es necesario extraer el diente afectado contenido dentro de la cápsula. Sin embargo, en el caso de los niños con quistes odontógenos que se encuentran en la etapa de erupción, cuando se estima que los dientes pueden erupcionar en su posición normal, se puede abrir la cavidad, extraer la pared superior del quiste y mantener los dientes para que erupcionen de forma natural. , y se pueden utilizar retenedores para mantener el espacio interdental encima de ellos para facilitar su erupción normal.