Beber agua tiene un impacto en la lactancia.

El agua potable afecta la lactancia. De hecho, ya sea en la medicina tradicional china o en la medicina occidental, básicamente no existe ninguna regla que impida beber agua durante el encierro. Las mujeres son propensas a perder Qi y sangre durante el embarazo y el parto; sentirán sed después del parto y necesitarán saciar su sed con agua adecuada. Además de ayudar a las madres a recuperar su fuerza física, el agua también puede favorecer la secreción de leche, favorecer la motilidad gastrointestinal y prevenir el molesto estreñimiento. Sin embargo, las madres durante el período de confinamiento son muy exigentes con el agua potable.

La importancia del agua

Debes saber que cada función del cuerpo puede ser monitoreada y juzgada en función del flujo de agua. Es necesario asegurarse de que haya suficiente agua para llegar al agua. órganos más importantes Es necesario garantizar que el agua entregue varios elementos (hormonas, información química, nutrientes) a los órganos más importantes, y sólo se puede utilizar el método de la "proporción de agua".

Prolactina

Beber más agua es bueno para la lactancia, porque beber más agua puede mantener el cuerpo hidratado, y el agua también es una de las sustancias necesarias para la conversión de la leche. También puedes comer más alimentos ricos en proteínas, que son buenos para el pescado, los camarones y los mariscos.

Cuidados posparto

Algunas madres presentan los pechos llenos tres días después del parto, con induración y dolor, extendiéndose incluso a las glándulas mamarias accesorias debajo de las axilas. Estos fenómenos, como la falta de leche y la mastitis, se deben principalmente a la obstrucción de las glándulas mamarias y no tienen nada que ver con el agua potable.