Los efectos de fumar y beber en los ojos
Las observaciones clínicas muestran que la ambliopía causada por fumar y beber está aumentando. Según las estadísticas de la clínica de oftalmología de un importante hospital, los pacientes con ambliopía tóxica causada por el tabaco y el alcohol representan el 5,3% del número de pacientes ambulatorios de oftalmología, y hay una tendencia a aumentar año tras año.
El humo que se produce al fumar no sólo irrita directamente la conjuntiva y la córnea de los ojos, provocando congestión, lagrimeo, ántrax y visión borrosa, sino que también inhala nicotina, cianuro, nicotina, etc. En el cuerpo, puede dañar la retina y el nervio óptico del ojo, provocar contracción espasmódica de pequeños vasos sanguíneos en el fondo de ojo y afectar la visión.
El alcohol del vino puede estimular fácilmente el nervio óptico y reducir la función de transmisión y la sensibilidad del nervio óptico. Cuando la retina se irrita con el alcohol, puede producirse congestión y edema, lo que a menudo provoca distorsión visual. Además, beber demasiado alcohol puede dificultar fácilmente la absorción y utilización de diversas vitaminas por parte del cuerpo, pero puede aumentar el consumo y la excreción de vitaminas. La vitamina A es un nutriente que la retina necesita en todo momento. Sin vitamina A, la visión disminuirá significativamente. Algunas personas son muy sensibles al alcohol y pueden experimentar reacciones adversas incluso si no beben mucho. Especialmente aquellos que padecen conjuntivitis, tracoma, iritis, queratitis, miopía y estrabismo.
El consumo de alcohol, que varía de persona a persona, suele empeorar la afección.