¿Cómo elegir la alimentación infantil?
Los niños se desarrollan extremadamente rápido durante la etapa de la infancia, que es la etapa de la vida del niño que requiere mayores necesidades nutricionales. Su peso puede alcanzar aproximadamente tres veces su peso al nacer cuando cumple 1 año.
Amamantar a tu bebé no sólo le proporciona una buena nutrición, sino que también le brinda la oportunidad de estar cerca de él, como sostenerlo en sus brazos y establecer contacto visual con él. Este es un momento agradable para que tanto la madre como el niño se relajen física y mentalmente, y también es un momento en el que la relación entre padres e hijos crece rápidamente.
Antes de que nazca tu bebé, debes sopesar cuidadosamente qué método de alimentación utilizarás. Las principales organizaciones sanitarias mundiales coinciden en que la lactancia materna es la mejor opción para la madre y el niño.
Lactancia Materna
La leche materna es el mejor alimento para los bebés. Sus ingredientes principales son el azúcar (lactosa), proteínas de fácil digestión (proteína de suero y caseína) y grasas (ácidos grasos digeribles), todos ellos equilibrados según las necesidades del bebé y pueden prevenir diversas afecciones, como la otitis media, Alergia, vómitos, distensión abdominal, neumonía, asma, bronquiolitis y meningitis, etc. Además, la leche materna contiene una variedad de minerales y vitaminas, así como enzimas que ayudan a la digestión y la absorción. La leche de fórmula solo tiene un perfil nutricional aproximado y no proporciona todas las enzimas, anticuerpos, factores promotores del crecimiento y muchos otros componentes valiosos que se encuentran en la leche materna. La lactancia materna también tiene muchas ventajas prácticas. En primer lugar, el costo de la leche materna es relativamente bajo: la madre sólo necesita consumir una pequeña cantidad de calorías adicionales por un costo mucho menor que el costo de comprar la fórmula. En segundo lugar, no es necesario preparar la leche materna con antelación y puede suministrarse en cualquier momento y en cualquier lugar. La producción de leche consume cerca de 500 kcal cada día, lo que ayuda a las mujeres a recuperarse más fácilmente después del parto. Pero nuevamente, para evitar deficiencias nutricionales, las madres lactantes deben mantener una dieta sana y equilibrada. La lactancia materna también ayuda a que el útero se contraiga, permitiéndole volver a su tamaño normal más rápidamente.
La leche materna es la mejor fuente de nutrición para los bebés menores de 1 año. Se recomienda que el bebé sea amamantado exclusivamente durante al menos 6 meses, para luego ir introduciendo gradualmente alimentos complementarios sin dejar de amamantar hasta que el bebé tenga al menos 1 año. La lactancia materna puede continuar después del año de edad siempre que tanto la madre como el niño lo deseen.
La lactancia materna debe iniciarse lo antes posible tras el parto, generalmente en el plazo de 1 hora. Los recién nacidos deben ser alimentados cuando parezcan tener hambre: de 8 a 12 veces cada 24 horas. La duración y frecuencia de cada toma varía de persona a persona, y cada madre y niño tienen sus propios hábitos. Es importante asegurarse de que el recién nacido se prenda a la areola y reciba leche materna. En el primer día después del nacimiento, un recién nacido puede absorber muy poca leche materna (aproximadamente 1 cucharadita) cada vez, y su ingesta de alimentos disminuirá y aumentará en el segundo y tercer día. Antes de que le den el alta a casa, es importante poder reconocer las señales de que su bebé está recibiendo leche materna.
Beneficios para la salud de la lactancia materna
Las investigaciones muestran que los bebés amamantados disfrutan de una variedad de beneficios para la salud. Los bebés amamantados tienen menos probabilidades de desarrollar las siguientes enfermedades o problemas que los bebés alimentados con fórmula.
Otitis media.
Gastroenteritis que provoca vómitos y diarrea.
Eczema, asma y alergias alimentarias.
Enfermedades respiratorias, incluida la neumonía.
Diabetes (tipo 1 y tipo 2)
Obesidad en la adolescencia y edad adulta.
Leucemia y Linfoma en Niños.
Síndrome de muerte súbita del lactante.
Además, existe evidencia de que la lactancia materna ayuda a las madres a recuperar el peso que tenían antes del embarazo, protege contra las enfermedades cardiovasculares y la diabetes y puede reducir el riesgo de ciertos cánceres más adelante en la vida. Por tanto, la mayoría de los pediatras recomiendan encarecidamente la lactancia materna.