Cómo aplicar calor
1. Compresa seca y caliente. Utilice una bolsa de agua caliente con regularidad. Generalmente, es muy conveniente y fácil hacer compresas calientes secas en casa. El método consiste en verter 1/2-2/3 de agua caliente en la bolsa de agua caliente, drenar el aire en diagonal, luego apretar el tapón, secar el agua en la superficie de la bolsa de agua con un paño, agitarla boca abajo y verificar. Si no hay fugas, envuélvalo con un paño o toalla, colóquelo en la parte del bebé que necesita compresa caliente. Al usarlo, preste atención a que la temperatura del agua no sea demasiado alta. Cuando use agua hirviendo, agregue una cantidad adecuada de agua fría para mantener la temperatura del agua en la bolsa entre 50 y 60 °C y verifique cuidadosamente si hay fugas. Observe al bebé en cualquier momento después de usar la bolsa de agua caliente para evitar que se queme. Deténgase cuando note enrojecimiento de la piel. Al hacer compresas calientes, puede cambiar el agua caliente a tiempo según sea necesario para mantener una determinada temperatura.
2. Compresa húmeda y caliente. Remoje una toalla en agua caliente y escúrrala, colóquela en el área que necesita una compresa caliente y luego cúbrala con una toalla seca o un algodón para mantenerla caliente. El principio de la temperatura de la compresa caliente es que el bebé no puede sentir el calor y puede tolerarlo. También se pueden usar compresas húmedas y calientes para mantener el calor colocando una bolsa de agua caliente sobre una toalla húmeda y caliente. Las compresas de calor húmedo generalmente duran entre 20 y 30 minutos. Durante el proceso de compresa caliente, siempre se debe observar el color local de la piel y preguntar si el bebé se siente caliente. Evite quemaduras. Al mismo tiempo, después de aplicar una compresa caliente, conviene secar al bebé localmente, cubrirlo con una colcha y no salir inmediatamente para evitar resfriarse.