¿Están en riesgo las madres mayores?
En primer lugar, la incidencia de aborto espontáneo ha aumentado.
Los cromosomas de las mujeres mayores suelen ser más propensos a sufrir anomalías, por lo que la incidencia de aborto espontáneo aumenta mucho en el primer trimestre. Los estudios han demostrado que la tasa de aborto espontáneo al comienzo del embarazo entre mujeres de edad avanzada llega al 20%, que es de 2 a 4 veces mayor que la de las mujeres embarazadas en edad escolar.
En segundo lugar, aumenta la incidencia de nacimientos prematuros.
En comparación con las mujeres en edad escolar, el entorno intrauterino de las madres embarazadas mayores es relativamente pobre, lo que no favorece el crecimiento y desarrollo del bebé. Por lo tanto, en el tercer trimestre del embarazo es probable que se produzcan anomalías que obliguen a que el bebé nazca antes de tiempo. Los datos muestran que la tasa de nacimientos prematuros entre las mujeres mayores es cuatro veces mayor que la de las mujeres en edad fértil.
En tercer lugar, aumenta la incidencia de infertilidad.
Un informe muestra que la capacidad de una mujer para concebir disminuye significativamente con la edad. La tasa de embarazo antes de los 31 años es aproximadamente del 74%, después de los 31-35 años es del 60% y después de los 35 años es solo alrededor del 53%. Se puede observar que la incidencia de infertilidad aumenta significativamente después de los 35 años.
En cuarto lugar, la incidencia de distocia aumenta.
Cuando las mujeres son demasiado mayores, las articulaciones del cuello uterino, el perineo y la pelvis se endurecen, lo que también provocará dificultades en la expansión y contracción del útero durante el parto. La fuerza y la tensión vaginal también son deficientes, lo que resulta en un parto lento y prolongado.
En general, a partir de los 35 años, las funciones de los órganos y tejidos de todo el cuerpo comienzan a decaer. Después de dar a luz a un niño, no solo es propensa a sufrir diversas enfermedades posparto, sino que también se debilitará la capacidad de recuperación de sus órganos reproductivos. Las investigaciones muestran que cuanto mayor sea una persona en el momento del parto, más lento se recuperará su cuerpo después del parto. Por lo tanto, como mujer, debes casarte y tener hijos lo antes posible, preferiblemente entre los 23 y los 30 años.