¿Qué causa la cervicitis?
Los pacientes con erosión cervical leve pueden no tener síntomas evidentes clínicamente o pueden tener solo un ligero aumento de la leucorrea, por lo que a menudo se ignoran. Muchas pacientes con erosión cervical se descubren durante el examen físico o debido a otras enfermedades ginecológicas. A medida que avanza la enfermedad, la mayoría de los pacientes pueden experimentar un aumento de la leucorrea, que se vuelve de color amarillo y de textura espesa. Si hay pólipos, el flujo vaginal a veces puede ser sanguinolento o sangrar durante las relaciones sexuales. La leucorrea inflamatoria puede irritar la vulva durante mucho tiempo y también puede provocar picazón vulvar. La cervicitis crónica grave también puede extenderse al tejido conectivo pélvico, provocando dolor de espalda y dolor en la parte baja del abdomen.
Algunas pacientes no tienen antecedentes de vida sexual, ni cirugía ginecológica ni otros factores infecciosos. ¿Por qué se enferman? Hay otra situación que no se menciona aquí, la erosión cervical congénita. Esto se debe a que durante el período neonatal, bajo la influencia de los estrógenos maternos, la unión entre las escamas cervicales neonatales y el epitelio columnar se mueve hacia afuera. Si este cambio cervical persiste, se convierte en erosión cervical congénita. Lo que parece una erosión cervical en realidad no es una inflamación cervical obvia. Estos pacientes normalmente no muestran síntomas, pero una vez estimulados, se producirá un ataque agudo. Alrededor del 15% al 20% de las mujeres sin antecedentes sexuales sufren de erosión cervical congénita.