¿Los gatos con carcinoma oral de células escamosas afectarán a otros gatos?
El carcinoma de células escamosas (CCE) felino es un tumor maligno que se presenta en la epidermis o las encías. Cuando ocurre en la boca, se llama carcinoma oral de células escamosas. El carcinoma oral de células escamosas es la forma más común de cáncer oral en gatos y suele ser más grave. El tratamiento oportuno puede ayudar a controlar los síntomas clínicos y mejorar la calidad de vida del gato.
Aún no se ha determinado la causa directa del carcinoma oral de células escamosas. El humo de segunda mano, el pescado enlatado y las picaduras de mosquitos aumentan su incidencia. La exposición al sol (especialmente las encías y los labios, que aparecen blancos o rosados debido a la falta de protección del pigmento) también puede aumentar la posibilidad de desarrollar la enfermedad en tejidos de piel más clara. La exposición al sol puede afectar fácilmente la piel de los oídos, mientras que las lesiones de los labios pueden extenderse al interior de la boca. Las infecciones crónicas por infecciones periodontales y úlceras purulentas también pueden causar esta afección.
El carcinoma oral de células escamosas (COCE) es altamente difusible, y las lesiones se desarrollan rápidamente e incluso forman úlceras. Los síntomas clínicos más típicos son sangrado bucal, salivación excesiva, dolor evidente al masticar y tragar y pérdida de apetito. El carcinoma oral de células escamosas es fácil de diagnosticar cuando ocurre en las encías o cerca de los dientes. En algunos gatos, puede afectar la lengua o los tejidos más profundos de la boca. En estos casos se debe realizar una sedación profunda o anestesia general para permitir un examen detallado de toda la boca.
Los tratamientos para el carcinoma de células escamosas son limitados. La planificación adecuada y la extirpación quirúrgica agresiva de los tumores son las mejores formas de prolongar la vida y garantizar la calidad de vida. Si es necesario, se pueden extraer los dientes y extirpar parte de la mandíbula o el pómulo. Se recomienda derivar a un veterinario para una cirugía radical.