La historia de la infancia de Edison
Después de escuchar las palabras de su madre, Edison se sintió muy novedoso. Pensó que las gallinas podían poner huevos y nacer polluelos. ¿Cómo se convirtió un huevo en pollito? ¿Puede la gente mentir sobre él? Decidió intentarlo
Edison trajo algunos huevos de casa y encontró un lugar apartado en la casa de un vecino. Primero construyó un nido y lo cubrió con una suave paja, luego colocó los huevos y se agachó sobre él. Quería ver con sus propios ojos cómo los huevos se convertían en polluelos. Estaba oscureciendo y Edison aún no se había ido a casa. Los familiares estaban muy ansiosos y lo buscaban por todas partes.
Mirando a mi alrededor, vi a Edison en el patio trasero de mi vecino. Lo vi sentado inmóvil sobre un nido de hierba, con muchas briznas de hierba en el cuerpo y la cabeza. Cuando los familiares lo vieron, se enojaron y se mostraron divertidos. Le preguntaron ¿qué haces aquí?
"¡Estoy aquí para incubar los huevos! Los polluelos están a punto de nacer."
"¿Qué huevos han eclosionado? ¡Salgan rápido!", gritó papá.
"Las gallinas pueden incubar huevos. Quiero ver cómo incubar pollitos."
"¡No, no! ¡Vete a casa rápido!". Papá se enojó otra vez.
La madre no lo culpó ni se burló porque entendió el carácter del niño y dijo con una sonrisa que la temperatura del cuerpo humano no es tan alta como la de un pollo. No puedes salir del cascarón así. Edison no incubó a los polluelos, pero adquirió conocimientos a través de esta actividad de incubación.